Saludos
a todos en el Precioso Nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Esta mañana tengo
algunos pensamientos acerca de entender Quién es Dios. En el Antiguo Testamento
vemos repetidamente acerca de Dios, que en sus mandamientos recurrentemente
condena la idolatría, como por ejemplo dice “No tendrás dioses ajenos delante
de Mí, porque Yo soy un Dios Celoso” (parafraseando). Eso es parte de Quién es
Dios. No es un Dios que a la ligera vaya a compartir la devoción que le tenemos
a algo o alguien más (idolatría). Cuando estamos predicando, hay mucha gente
que se nos acerca y nos dice: “Mi dios no es así. Mi dios no diría eso. Mi dios
no juzga. Mi dios no odia.” La gente se ha creado dioses de su propia
imaginación. La Biblia dice también que “No te harás imagen ni ninguna
semejanza.” Cuando pensamos en una imagen, generalmente pensamos en un ídolo de
oro, piedra o porcelana. Pero una manera de hacerte una imagen es más bien
crear en nuestras propias mentes una imagen de Dios que no es la apropiada. Eso
es un ídolo tanto como lo es una figura ante la cual te arrodilles. Si tenemos
en nuestras mentes una imagen de Dios que no encaja con la Biblia, hemos creado
la imagen de un dios que es tan idolátrico como cualquier otro dios que no sea
Dios. El Dios de la Biblia es Quien creemos que es nuestro Dios. El Dios de la
Biblia es el Creador del mundo, y será mejor que lo conozcamos. Será un día
terrible cuando toda esa gente se enfrente con EL DIOS que creó el mundo, con
EL CREADOR, EL DIOS DE LAS EDADES. La opinión que ellos tenían acerca de Dios
en ese momento ya no importará más.
Apenas
esta semana escuchamos a alguien decir: “Bueno, si así es Dios, entonces no
quiero que sea mi Dios. No me gusta el Dios al que ustedes sirven.” Pero, ¿Qué
tiene que ver eso? O servimos al Dios Verdadero, o si no, servimos a un dios
falso, de nuestra imaginación. Y ya han declarado claramente que no quieren al
Dios que nosotros servimos, no quieren a Su Creador. Una de las cosas que hemos
oído recientemente con relación a esto, es la palabra “odiar.” Mostramos
algunos letreros que contienen tal palabra o alguna de sus derivadas, y te
asombraría ver cuánta gente viene y nos dice: “Mi dios no odia a nada ni a
nadie.” Se sorprenderán cuando el Señor vuelva por segunda vez.
Estaba
apenas hace un tiempo leyendo en Apocalipsis capítulo 6. Vayamos allá.
“1Vi
cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres
vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. 2 Y miré, y he aquí un
caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y
salió venciendo, y para vencer.”
Uno
de los juicios o sellos de los últimos días es una de estas cuatro bestias, y
se le dará poder para vencer y conquistar.
“3
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y
mira. 4 Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de
quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran
espada. 5 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía:
Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una
balanza en la mano. 6 Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes,
que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un
denario; pero no dañes el aceite ni el vino.”
Una
de estas bestias va a vencer o conquistar. Ya casi no sabemos lo que es vencer
en la guerra porque vivimos en un mundo supuestamente civilizado, en el año
2013, y supuestamente sabemos cómo llevarnos bien. Vencer es ganar una guerra,
y para ganar una guerra, la gente destruye cosas y mata gente. En estos últimos
tiempos las cosas y la gente van a estar siendo dañadas y aún van a morir de
hambre por los elevados costos del trigo y la cebada. Habrá una hambruna
terrible. ¿Y sabes Quién está detrás de todo eso? El amor. Dios es amor, ¿no
sabías eso? La gente dice: “Dios nunca haría algo así, Dios nunca enviaría un
ángel a vencer y conquistar porque Dios es amor. Dios es todo amor.”
“7
Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven
y mira. 8 Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por
nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta
parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las
fieras de la tierra.”
La
cuarta parte de la tierra. Se dice que hay cerca de 6 billones de habitantes en
esta Tierra. Entonces un billón y medio de esa gente morirá debido a este ángel
que Dios va a mandar. Un ángel va a acabar con un cuarto del mundo, y es DIOIS
mismo el que lo envía.
“9
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido
muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. 10 Y
clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no
juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? 11 Y se les
dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de
tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que
también habían de ser muertos como ellos. 12 Miré cuando abrió el sexto sello,
y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio,
y la luna se volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron
sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un
fuerte viento. 14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y
todo monte y toda isla se removió de su lugar. 15 Y los reyes de la tierra, y
los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo
libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y
decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del
rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17
porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”
No
veo cómo alguien piensa que le hace un gran favor a los demás predicando a un
dios que no trae juicios como estos, cuando la Biblia habla claramente de que
esto va a suceder. Ahora bien, Dios sí es Amor, pero como hemos dicho antes, Su
amor no está en juego, Su amor no está puesto a prueba, porque Él es Fiel. Es
nuestro amor a Él lo que está en prueba. Dios va a juzgar a este mundo. Cuando
el Señor Jesús regrese a esta Tierra, vendrá en llama de fuego a tomar venganza
de todos aquellos que no obedecen al evangelio. Y el enojo. Tú y yo sabemos lo
que es el enojo, sabemos lo que es realmente estar airado contra alguien.
Quizás todavía podemos acordarnos cómo, antes de convertirnos, nos enojábamos,
y cómo se siente la ira contra alguien. Bueno, pues la Biblia dice que Dios
está airado con el impío todos los días, y es sólo Su gran Misericordia y Amor
lo que lo refrena en Su Ira, porque todavía espera con paciencia a que la gente
se arrepienta.
Esta
mañana oímos sobre Acaba, y cómo fue un rey tan, pero tan perverso. Y sin
embargo al final de su vida, se humilló y oyó a Dios, y Dios no trajo juicio
sobre él. Vemos a uno de los reyes más perversos en la Biblia, y sin embargo,
cuando se humilló, allí estaba la misericordia de Dios. Pero para aquellos que
continúan en su orgullo, su rebelión, no hay nada para ellos, sino ira y
juicio. De hecho, la Biblia dice en Proverbios que cuando el temor venga sobre
ellos, Él se burlará de su calamidad (Proverbios 1:26). Ese es Dios. Por
supuesto que Él es misericordioso… si te vuelves a Él y a Sus caminos. Una de
las mejores maneras que conozco para agradar a alguien es encontrar lo que a
esa persona NO le gusta, y luego hacer exactamente lo opuesto. Una forma es
saber lo que alguien ama, y hacer lo que ama, pero también otra manera de
agradar a alguien es saber lo que odia, y evitarlo a toda costa.
Proverbios
8:13 “El temor de Jehová es aborrecer el
mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa,
aborrezco.”
Sé
que hay muchos de nosotros aquí que aborrecemos el mal. Es bueno aborrecer el
mal y amar el bien. La Biblia dice que los que tienen hambre y sed de justicia
serán saciados. El cielo es para los justos, para los que aman lo que es justo
y odian lo que es malo. ¿Amamos lo que es justo? La gente tiene que amar la
verdad y el bien.
En
estos días, el bien es despreciado en este mundo. La gente no quiere oír la
verdad. Quieren oír algo suavecito y grisáceo, no blanco y negro. Odian la
verdad y la justicia. Pero tú pon tu corazón en la rectitud, olvidándote de lo
que tengas que enfrentar en este mundo a causa de eso. Todo el mundo quiere
estar ocupado haciendo algo, y hay veces que estamos tan ocupados haciendo
cosas, y cuando el Señor venga, puede ser que venga en uno de esos días que
todos querían terminar su labor porque ve que hay tantas cosas que le faltan
por hacer, y el hecho de que venga Cristo les va agravar la situación porque no
pudieron acabar con su pequeña labor, ya que el juicio vino. No, ama la
justicia y la venida del Señor., Sí, el temor del Señor es aborrecer el mal.
Pero en la siguiente frase dice: “La soberbia y la arrogancia, el mal camino, y
la boca perversa, aborrezco.” Hay mucha gente que aborrece el mal, pero están
tan llenos de orgullo porque no están haciendo las cosas que los demás
pecadores hacen. Aborrecen a toda esa gente egoísta que vive vidas
autodestructivas, pero ellos están llenos de orgullo. Yo sé que es difícil
cuando estás allá afuera y ves toda la maldad que hay en el mundo, es difícil
aborrecer esa maldad y al mismo tiempo no llenarte de orgullo ni volverte
arrogante. Es difícil no pensar: “Oye, están tontos.” No es tan fácil no
exaltarse uno mismo, no pensar: “Estoy tan feliz de que no soy como los otros
hombres.” Es una gran tentación, y yo he visto a muchísima gente que cae en
eso: en una arrogancia y soberbia que les acompaña al aborrecer el mal. Es un
gran peligro del que hay que guardarnos.
Mateo
5:22 “Pero yo os digo que cualquiera que
se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga:
Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga:
Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.”
Muchas
veces tu ira no es porque lo que están cometiendo es pecado, sino porque ati te
molesta y te ofende. Allí es cuando la ira es sin causa. El pecado debe
molestarte porque a Dios le molesta, no porque a ti e hace sentir ofendido. Así
que tienes que guardarte de menospreciar a tu hermano humano. Hay gente que
tiene algo de luz y aún así actúa neciamente. Jesús mismo le llamó “necios” o
“insensatos” a varias personas, porque lo eran. Él no mintió diciendo que no lo
fueran, pero Él lo hizo en humildad; en cambio para nosotros se nos hace muy
fácil pensar que somos mejores que los demás, lo cual también Dios aborrece.
Recuerdo el tiempo cuando yo también anduve en tinieblas, mis tinieblas eran
tan tenebrosas como podían ser, y si no fuera sólo por la pura gracia de Dios que
me enseñó a temer, no estaría aquí. Claro, yo he tomado decisiones, pero si no
fuera por la gracia que nos enseña a renunciar a la impiedad y a los deseos
mundanos y a vivir sobria, justa y piadosamente, entonces sería tan injusto y
tan impío como cualquier otra persona en este mundo pecador. Pero la
misericordia de Dios bajó y me alcanzó, condenándome y convenciéndome en mis
tinieblas, mostrándome que yo era perverso.
“El
temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal
camino, Y la boca perversa, aborrezco.”
Oye
y vístete de esto tú mismo, antes de aplicarlo a alguien más. Dios odia estas
cosas. Si tú sabes que tu papá odia algo, ¿vas a ir y embarrárselo en el rostro
(hacerlo justo frente a él)? ¿Te vas a asegurar de que se dé cuenta de que
estás haciendo algo que le desagrada? No, seguro que no, a menos que seas
demasiado insolente y arrogante. Más bien, evitarás lo que a tu papá desagrada.
Esa es una manera cómo puedes mostrarle a tu papá que lo amas.
Proverbios
6:16-19 “Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete
abomina su alma: Los ojos altivos,…”
Los
ojos altivos…
de eso hemos estado hablando. La Biblia, por ejemplo, acerca de la mujer, dice
que sea modesta y sobria. Una mujer que es de grande estima delante de Dios es
una mujer modesta, sobria, mansa, sujeta, discreta, casta, prudente, callada,
sujeta, reverente, etc.… Me asombra cómo hay tantas mujeres que vienen y con
orgullo me dicen: “No soy mansa, ni callada, ni sujeta, pero Dios me ama de
todas formas.” ¡Qué engaño!
¿Quién
está en lo correcto? ¿La gente que se ha creado una falsa imagen de Dios,
creyendo que Él te acepta tal como eres, o la Palabra de Dios? La Palabra de
Dios permanece para siempre. Puedes inventar tus teologías y preguntarte cómo
ser salvo al mismo tiempo que haces lo que a ti te gusta, pero si en verdad
quieres ser salvo, entonces investiga qué es lo que Dios aborrece y empieza a
hacer exactamente lo contrario. Si quieres entrar al cielo, investiga qué es lo
que Dios aborrece, también investiga qué es lo que Dios ama, y empieza a actuar
de acuerdo con ese conocimiento.
Vemos
a tantas mujeres andando alrededor con una mirada altiva en sus rostros porque
piensan que son tan hermosas. Quiero contradecir un poco lo que hoy dijo el
hermano Kevn esta mañana. Dijo que Jezabel sabía que era hermosa y que por eso
se pintaba la cara. Pero no. Más bien, ella sabía que era tan fea (por dentro)
que tenía la necesidad de pintarse la cara, decorarse y ponerse joyas, a fin de
ocultar la perversidad que había en su interior, en su corazón. Quería dar la
idea de que era bella, porque la verdad es que carecía por completo de toda
verdadera belleza ante Dios y ante los hombres que amaran a Dios. De eso está
hablando Dios cuando dice que nada puede dañar a una mujer con un verdadero
ornato en el corazón ante Dios. (1ª Pedro 3:1-6).
Dios
odia. Encuentra qué es lo que Él odia. Encuentra qué es lo que Él ama, y
entonces de pronto ya ni estarás preocupado por el hecho de que seas salvo o
no, porque Su imagen estará estampada en tu vida. La imagen de Dios. En
Apocalipsis habla acerca de la marca de la bestia. Y la gente está aterrada y
llena de curiosidad, esperando a que algún número (el 666) se ordene que sea
impreso en su mano o en su frente. Pero la Biblia también habla de aquellos que
llevan la marca de Dios en sus frentes. No está hablando de una marca visible
que esté en tu frente y que diga en letras grandes: “Yo pertenezco a Dios.” No,
está hablando de Su imagen en nuestras vidas, en nuestros seres, en nuestros
corazones. Necesariamente, o tenemos la imagen del mundo, o tenemos la imagen
de Dios. Tienes que estar de un lado o del otro, pero no puedes estar de los
dos lados. La gente a tu alrededor puede ver lo que amas, eso está escrito en
toda tu persona, actitudes, palabras y conductas. De hecho, contrario a la
opinión pública, es posible saber lo que hay en el corazón de la gente. Pedro
miró a un hombre y dijo que su corazón no era recto delante de Dios. Podía
verlo porque estaba escrito en todo su ser.
“Los
ojos altivos la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina
pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla
mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.”
Los
ojos altivos. Mírate a ti mismo. ¿Tiene ojos altivos?
La
lengua mentirosa.
Dios ama la verdad y por eso odia la lengua mentirosa. Hace mucho tiempo la
honestidad y la lealtad era algo bien visto y muy exaltado. Un hombre era
conocido por su palabra, y a veces para cerrar tratos, sólo se necesitaba un
apretón de manos, o un hombre prometía hacer algo, y los demás sabían que lo
cumpliría. Ahora son necesarios los contratos y esas cosas, porque ya nadie
confía en nadie. “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más
de esto, de mal procede.” ¡Aprende a amar eso! Aprende a aborrecer el engaño y
la falsedad.
Las
manos derramadoras de sangre inocente.
A mucha gente le gusta ver a otros lastimados. Aman las peleas y las carreras
de autos. Les gusta ver a alguien herido en el equipo contrario. Dios odia eso.
A la gente le gusta ver cómo sus enemigos caen y sufren, y se gozan en ello.
Pero tú no te regocijes cuando tu enemigo cayere, no sea que tú mismo caigas
también. “El corazón que maquina pensamientos
inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla
mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.” Dios odia todas esas cosas.
Amós
5:21-27: “Aborrecí, abominé vuestras
solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros
holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de
paz de vuestros animales engordados. Quita de mí la multitud de tus cantares,
pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. Pero corra el juicio como
las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo. ¿Me ofrecisteis sacrificios y
ofrendas en el desierto en cuarenta años, oh casa de Israel? Antes bien, llevabais el
tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros
dioses que os hicisteis. Os
haré, pues, transportar más allá de Damasco, ha dicho Jehová, cuyo nombre es
Dios de los ejércitos.”
Dios
odia toda la actividad religiosa de la gente. Odia que le entregues una ofrenda
a cambio de tu obediencia. El ama lo justo. Él no ama las ofrendas. “Quita de mí la multitud de tus
cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. Pero corra el
juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo” La gente cree que pueden venir a la
iglesia y que con eso ya cumplieron. Cantan, oran, ofrendan y hablan con
regocijo acerca de cómo Cristo fue ofrecido en la cruz por amor a ellos, luego
salen de la iglesia y siguen teniendo el estampado del Diablo en sus vidas.
Dios odia eso.
Apocalipsis
2:6: “Pero tienes esto, que aborreces
las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.”
Esta
doctrina de los nicolaítas enseñaba que la gente podía vivir como ellos
quisieran y aún así ser perdonados de sus pecados, sin importar lo que hacías
en la carne, porque eso no era importante. Dios odia eso. Dios odia las
actuaciones religiosas. Odia las falsas doctrinas. Una cosa más que viene a mi mente
es en Malaquías 2:16, donde Dios dice: “Jehová Dios de Israel ha dicho que él
aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su
vestido,…” Sí, Dios odia el divorcio. Dios odia el mal. Odia al perverso. Y hay
muchísimas cosas más que Dios odia. Aprende cuáles son y evítalas.
Salmo
11:5: “Jehová prueba al justo; Pero al malo
y al que ama la violencia, su alma los aborrece.”
¿De
dónde sacamos esto? ¡Es la Palabra de Dios! Si no te gusta, este es el Dios
ante el cual tendrás que dar cuentas y depende de ti si quieres o no
conformarte a Él. Si quieres crear una imagen de un dios que es sólo amor y que
no odia a nada ni a nadie, por lo que perdonará sin importar qué, entonces te
asombrarás cuando tengas que pararte delante de Él y lo conozcas tal como Él
es. Te sorprenderás por toda la eternidad por haber escogido creer una mentira
de tu propia imaginación vana que era tu propia opinión en vez de la Palabra de
Dios. ¿Qué significa creer? CREER en la Palabra de Dios por encima de tu propia
opinión. Perderte tú mismo en Dios, para Dios y por causa de Dios. Sí, Dios es
Amor, pero también odia. No puedes amar si no odias. No puedes amar el bien sin
odiar el mal. Pero recuerda, siempre mírate a ti mismo primero. Que Dios bendiga Su Palabra. ~
(Añadido
unas semanas después en otra predicación:)
Hace
un par de semanas predicamos acerca de cómo Dios odia, y leí el Salmo 11:5,
pero ahora quiero hacer una corrección allí. Nuestra Biblia dice: “Jehová
prueba al justo; Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.”
Sin embargo, en la Septuaginta, que es más exacta, nos lo traduce de una manera
diferente. De tal manera que dice: “El Señor prueba al justo; Pero el malo y el
que ama la violencia, su alma aborrece."
Es
decir, a diferencia del texto masorético, la Septuaginta da la idea de que el
malo y el que ama la violencia aborrece su propia alma. Ahora bien, eso no
cambia en nada la idea bíblica de que Dios sí odia, pero en este versículo
particular no está diciendo eso, sino que dice que el perverso aborrece su
propia alma. Es decir, la gente cree que se aman a sí mismos porque aman el
pecado que les gusta y están viviendo sus vidas, disfrutándolas al máximo como
quieren, pero en realidad están odiando sus propias almas.
Quise
aclarar eso porque esa es la bendición de volver y buscar la verdad, no tenemos
que cambiar las cosas, más bien dejamos que la verdad nos cambie. Bendiciones.)
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