“Deseo no sólo ser llamado cristiano; deseo ser cristiano de verdad” (Ignacio 105 d. C.)
Que fácil es decirse ser
cristiano, leer la Palabra de Dios, tomar algunos versículos de la misma y
plasmarlos en las tecnologías de comunicación digital a través de Internet (por
ejemplo el facebook), esperando después de un rato que al volver a iniciar
sesión ya hayan dado clic en “me gusta”
los demás contactos. Que fácil es añadir publicaciones en contra de las sectas
religiosas, refutando sus falsas enseñanzas que a la vista de cualquier persona
son evidentes, con la única intención de que mis conocidos en la red pongan comentarios
en dicha publicación tales como: Amén, de acuerdo, buena observación, o que simplemente
apoyen lo anunciado con otros versículos bíblicos; en contraste, si alguien no
está de acuerdo y escribe algo en contra, viene una guerra teológica de
versículo tras versículo para apoyar opiniones propias acerca del significado
de las enseñanzas de Cristo, ¡que cómodo!... Pero de eso no se trata el ser
cristiano.
Antes pensemos bien en lo
siguiente: ¿Estamos viviendo lo que compartimos de la Palabra de Dios en las
redes sociales? ¿Aportamos algo bueno al publicar en las redes sociales (todo
el tiempo) el error en el que viven miles de personas que han sido engañadas y
mal enseñadas por “lobos rapases”?, ¿Es edificante estar señalando en lo que
los demás están mal sin autoanalizarse a uno mismo primeramente (viendo en todo
momento la paja en el ojo del prójimo)?
Ser cristianos no es estar todo
el tiempo ante un monitor mal gastando las enseñanzas de Cristo, aprovechando
cualquier momento para criticar a los que “están mal” según nuestro punto de
vista. La Palabra de Dios dice en Colosenses 4:5 “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo”,
es decir, aprovechando bien el tiempo siendo albor para los que han sido
engañados y van por un camino extraviado. Ser cristiano es autoanalizarse a
diario para saber si realmente estamos viviendo conforme a la Voluntad del
Señor, esforzarse cada día a avanzar contra la corriente de este sistema
opresor, tener AMOR por las almas que están desviadas del camino de la verdad,
orar por ellos, salir a la calle y ser luz para los que van por el mal camino
(sean creyentes o no), a través del ejemplo, demostrando con la práctica, siendo
testimonio de que se puede vivir literalmente la “Perla de gran precio” (que son las enseñanzas de Jesús), y si es
necesario hablar “Ninguna palabra
corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria
edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”( Efesios 4:29) Ciertamente lo anterior no se logrará
estando la mayor parte del tiempo (libre de responsabilidades) frente al
monitor, publicando y esperando:
·
un “me gusta” que me haga sentir bien.
·
un comentario en acuerdo que haga pensar
que “todos están a mi favor”.
·
un comentario en oposición para lo cual
ya tengo un arsenal de versículos preparados para lanzar a quien no esté de
acuerdo con mi publicación.
·
e incluso esperando que nadie conteste para
vanagloriarme y decir que “soy tan sabio
que nadie me puede contestar” ¡que equivocación!
Con respecto a esto, un
cristiano llamado Taciano en el año 160 d.C expuso lo siguiente: “Entre
nosotros no hay deseos de vanagloria, ni seguimos variedad de opiniones.
Pues, habiendo renunciado lo popular y terrenal por obedecer los
mandamientos de Dios y seguir la ley del Padre de la inmortalidad, rechazamos
todo aquello que descansa sobre la base de opiniones humanas… Pues las
cosas que vienen de Dios sobrepasan en valor a los premios de este mundo”.
Dios ha permitido el acceso a
la herramienta del Internet y es una bendición comunicarse con otros hermanos
en la Fe que están en distintas partes del mundo, y con nuestros familiares
cuando tienen alguna necesidad. Los primeros cristianos se comunicaban a través
cartas para animarse y también en amor “amonestarse”
exhortándose entre sí para beneficio de la iglesia, eso sí que era edificante. “Los cristianos eran todos humildes en el ánimo y libres de
arrogancia, mostrando sumisión en vez de reclamarla, más contentos de dar que
de recibir” (Clemente de Roma 30 – 100 d.C), y si eran agraviados por
alguien más según Atenágoras - 175 d.C exhortaban a esa persona, tratando de
hacérselo amigo, poniendo empeño en hacer bien a sus enemigos, eran mansos y
modestos.
En estos tiempos donde hay tanta necesidad de
verdad, en el cual hay que cavar profundo para establecer un buen fundamento
sobre la roca y de esa manera dar buen testimonio a los que no han creído
sinceramente, las redes sociales deben ser utilizadas con el mismo objetivo y
visión de la primera iglesia, “estar en comunión los unos con los otros”. Es
triste ver que al igual que la corriente de este sistema (amante del
pensamiento humano y mundano encaminado a la vanagloria) los que se dicen ser
cristianos utilizan las redes sociales sin provecho alguno, siempre estando al
pendiente de los que hacen los demás y al momento de detectar algún error,
viene el ataque, hablando jactanciosamente y con presunción de que se sabe
mucho acerca de la Biblia. Contrario a esto, el Apóstol Pablo continúa diciendo
en el versículo 6 de la misma carta a los Colosenses “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para
que sepáis cómo debéis responder a cada uno”.
Dios ha revelado su Palabra a
pequeñitos, no a los que tienen mucho conocimiento o tanta teoría en la mente que
no la llevan a la práctica. Él tiene escondidas estas cosas de los sabios y
entendidos. (Lucas 10:21) Así que los que se la pasan citando versículo tras
versículo de una u otra versión de la Biblia tratando de explicar su propia
interpretación de las enseñanzas plasmadas en distintos pasajes, sin antes
vivir dichas enseñanzas, simplemente están envanecidos, hinchados de
conocimiento, inflamados en orgullo, nada saben con respecto a la verdad porque
su entendimiento se ha corrompido y por eso en su delirio contienden con otros
(Timoteo 6:3-5) porque quieren tener siempre la razón; pero lo que no saben es
que han sido privados del verdadero conocimiento de Dios debido a que han buscado
obtener dicho conocimiento a través de la teoría y no por medio de la práctica.
Claes de Praet lo mencionó de la siguiente manera en el año 1556: “Me parece que ustedes pertenecen a aquellos
de quienes Pablo habla, porque sus insensateces no se quedan ocultas. Ustedes
se sientan y escarnecen y malgastan el tiempo, y demuestran con claridad que
son hombres de mentes corrompidas, siempre aprendiendo y nunca capaces de
llegar al conocimiento de la verdad” (Escrito en Cadenas, fragmento de
carta)
“Qué fácil es evidenciar lo que es obvio” es
decir, que muchos han sido mal enseñados y por eso viven distorsionando las
enseñanzas de Jesús sacando de contexto los versículos bíblicos. Que fácil es
mostrar el error; Menno Simons escribió: “pero
no es tan fácil amar a nuestros enemigos, y hacer bien a los que nos aborrecen,
no es tan fácil crucificar nuestra carne malvada con sus deseos impuros, para triunfar
sobre el orgullo y codicia. Nosotros debemos amar a Dios con todo nuestro
corazón y en todo nos gobierne por Su Santa Voluntad, lo cual quiere decir que
debemos servir a nuestros vecinos con posesiones, casas, graneros, con
consejos y aun con nuestra sangre si fuera necesario, para confesar a
Cristo ante señores y príncipes, en prisión y cadenas, por palabras y hechos
hasta la muerte. Esto es lo que un cristiano debe hacer.” Y no sólo estar al tanto de lo que los demás
hacen mal, para arrojarles un montón de argumentos teórico faltos de amor; esto
jamás ayudará a ganar almas, esa no fue la manera en la que Jesús señaló los
errores de los demás, Él lo hizo con sabias explicaciones y sobre todo con el
ejemplo, Él fue luz. No hablamos de un “Jesús tierno”, no se mal entienda lo
expresado aquí, hubo
momentos en los que Él se enojó visiblemente (Marcos 3:05, Marcos 8:12, Juan
11:38) Sus discursos eran duros (Marcos 7:27, Mateo 23, Lucas 11:39-52) también
les dijo a Sus seguidores que si no aborrecían a padre, madre, esposa e hijos y
aun a sí mismos, no podían ser Sus discípulos (Lucas 14:26) y no olvidemos la
manera en la que echó a los mercaderes del templo (Mateo 21, Marcos 11, Lucas
19 y Juan 2). No amado lector, no hablamos de un Jesús tierno; sin embargo y a
pesar de estos ejemplos de la Escritura, es indudable que Cristo tenía la
mirada bien puesta en las cosas de Dios y no en las cosas de este mundo (ver en
Mateo 16:23 donde Jesús reprende a Pedro,) Jamás le faltó amor para con la
humanidad, y es por eso que “todos daban
buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que
salían de su boca” (Lucas 4:22) el mismo Señor Jesús dijo a los que
vivían en tinieblas y no creyeron en Su Palabra: “porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo”. (Juan 12:47)
Les animo a que verdaderamente
practiquen las enseñanzas de Jesús, y sean dignos de llamarse cristianos, esto
es seguir a Cristo, quien como bien sabemos no vino a conformarse a las cosas
de este siglo corrupto (Romanos 12:2). Doy tantas gracias a Dios de que he
conocido a “verdaderos hermanos” que “sinceramente” siguen a Jesús, el único
Maestro del que debemos aprender a ser mansos y humildes de corazón (Mateo
11:29)…… buen ejemplo de vida es el que dan esos hermanos, practicando en la
cotidianeidad las sencillas enseñanzas del Señor y no sólo publicándolas en
redes sociales. Porque “Decirse ser cristiano” (saber,
conocimiento, teoría) no es lo mismo a “ser un cristiano” (vida, praxis,
ejemplo)…
“Mas
no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. Viendo esto
sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que
descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Entonces volviéndose
él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;
porque el Hijo del Hombre no ha venido
para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a
otra aldea”. (Lucas 9:53-56)
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