“Hubo en tierra
de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de
Dios y apartado del mal. Y le nacieron siete hijos y tres hijas. Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil
camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados;
y era aquel varón más grande que todos los orientales. E iban sus hijos y
hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus
tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos. Y acontecía que habiendo
pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se
levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos.
Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra
Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. Un día vinieron a
presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también
Satanás. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a
Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás:
¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra,
varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo
Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado
alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has
dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. Pero
extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra
ti en tu misma presencia. Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene
está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de
delante de Jehová”. (Job 1:1-12)
Veamos
en esta mañana la vida de Job, un varón del cual dice Dios era perfecto y
recto, temeroso de Dios y apartado del mal, un hombre perfecto a los ojos de
Dios. Hoy en día el mundo dice que eso no puede ocurrir, pero Dios mismo es
quien afirma que Job era perfecto. Queremos examinar un poco acerca de Job,
conocemos sus pruebas, cómo tenía muchas cosas, que era el mayor de todos los
orientales y como todo le fue quitado incluyendo a su familia y aun él se
enfermó, Dios permitió que satanás le quitara todo. Todo, todo, todo lo que
poseía y aun se enfermara, y es de animado leer este libro de Job, cuando Dios
le dice a satanás: “¿No has considerado a
mi siervo Job?”
Lo que
quiero que pensemos hoy es: ¿Qué tanto podría Dios confiar en nosotros? Veamos
aquí cuanto confió Dios en Job, cuanta confianza tenía Dios en un hombre, tanta
confianza que podía aun decirle a satanás: “satanás
observa a este siervo mío” y satanás le dice: “déjame tentarlo, déjame probarlo y te mostraré de qué está hecho”
y Dios le dice: “Tómalo”. Y la
pregunta ahora es: ¿Puede Dios confiar en ti, en la misma manera como confió en
Job?
Job era
un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y Dios pudo
permitir que Job fuera “casi” entregado por completo a satanás, de tal manera
que le hiciera todo lo que quisiera con tal de apartarlo de la mano de Dios,
pero ¡no pudo hacerlo!, no funcionó, aquí está la clave para ser un cristiano
fiel del Reino de Cristo, aquí está el
secreto. Jesús dijo que los primeros
serán postreros y los postreros serán primeros y Pablo dijo que contaba todas
las cosas como perdida por amor a Cristo con tal de ganarle; esa era la misma
actitud de Job, él veía el Reino de Dios y ninguna otra cosa le importaba, su
corazón estaba puesto en agradar a Dios, quería agradarlo a Él y amaba a Dios
con todo su corazón, mente, alma, fuerzas, cuerpo y cosas, al punto que no le importara
qué le fuera quitado o qué aflicciones le fueran infligidas, su enfoque estaba
en Dios y en Su Reino y en amarle, y cualquier dardo que satanás le tirara no
iba a afectarle, no iba a dañarle, ¿Puede Dios confiar en ti?...
Uno
de los escritos del libro de Job proveniente de los Judíos que leía la iglesia
primitiva (no voy a emitir juicio de qué tan inspirado es o no) pero en ese
libro me han sido de bendición algunos detalles adicionales acerca de esta
historia. Lo que se aprecia de ese libro es que prevalece siempre la idea de
que Job estaba sentado en medio de la ceniza lleno de tristeza, enfermo y que vienen
todos sus amigos sabios y ricos, y se preguntan por qué está allí, y la
acusación principal de ellos es que: ¿Cómo
era posible que Job en esa situación todavía estuviera diciendo ser rey, un hombre justo y estar bien con Dios,
mientras que se encontraba en medio de esas cenizas? Ellos lo critican y se
burla, les parecía cosa extraña que
estuviera este hombre allí, y le decían: “Mira,
nosotros tenemos todo lo que queremos y tú estás sentado en medio de cenizas,
dices que eres rey, y dices que eres justo” eso me recuerda ¿saben de
quién?: “Cuando Cristo estuvo en la tierra”. Él vino a esta tierra como un don
nadie, no vino en medio de realeza o de elegancia, no vino como rico, de hecho
vino como pobre y vino en tiempos de vergüenza para Su pueblo judío. Él
afirmaba ser el Rey y el mundo se burló de Él, le hicieron una corona de
espinas, le pusieron una túnica purpura y le golpeaban con una caña burlándose
de Él, esa caña era según Su cetro: “Mira
cómo eres un Rey poderoso, baja ahora de la cruz” lo cierto es que Él era y
es Rey, porque los últimos serán los primeros.
Dios
nos ha dado la oportunidad de estar de Su lado, hay sólo dos reinos en este
mundo, El Reino de Dios y el reino de satanás. Los que están en el reino de
satanás tienen vidas buenas, muchos son ricos, tienen poder, bonitas familias,
satisfacen sus deseos carnales, persiguen la felicidad y la diversión, piensan
que así están bien, que así son felices
y que en eso consiste la vida. No sé cuánta gente viene con nosotros cuando
estamos predicando, apenas anoche vino alguien y nos dijo mientras estábamos
predicando:
“No entiendo porque ustedes hacen
esto, ni en qué les beneficia estar aquí predicando, mostrando esos letreros,
¡eso que! Nosotros estamos felices, bebiendo, divirtiéndonos, bailando, algunos
se divierten sanamente y ustedes están allí pero ni les vamos a hacer caso. Se
ven pobres, se ven tontos, se ven ridículos, ¿eso qué bien les hace?, no sé
porque vienen aquí ni en qué les ayuda”
Este
hombre está viendo las cosas desde la perspectiva de este mundo, él no alcanza
a ver que lo bueno, lo real y lo único que importa es lo eterno, él no alcanza
a ver que lo que ocurre en esta vida no es nada y que sólo es por un momento y
que muy pronto se va a acabar. Piensa en tu vida, en algunas de las mejores
cosas que te hayan ocurrido en esta vida mundana y que ya se fueron, ya no
están. Lo único que va a permanecer en esta vida es aquello que “pertenece a
Dios y a Cristo”, todo lo demás va a arder con fuego en el día del juicio.
Satanás
usa esta vida para tentarnos y para mantenernos atados a las cosas que él nos
ofrece, los deseos de los ojos, los deseos de la carne, la vanagloria de la
vida, trata de tentarnos y de seducirnos con ello y si persigues eso, allí es
donde vas a terminar (en el infierno). Entre más sedes a las tentaciones de
satanás, él te amarra más y más te tiene atrapado, más te enreda en sus cadenas
alrededor de tus manos para que seas posesión de él, y cuando Cristo venga por
segunda vez, sólo aquellos que sean posesión de Cristo y no del diablo
permanecerán, el resto será destruido. Aquellos que son posesión de satanás,
cuando venga nuestro verdadero Rey serán hallados enemigos, y serán devastados.
Sin
embargo, en apariencia a los ojos del mundo,
vemos un pequeño grupo de gente rechazada, menospreciada, a quien nadie
escucha, a quien nadie importa ni interesa, y parecería locura decir que ese es
“El Reino de Dios” y “La Iglesia de Cristo” pero así lo es. Y luego puedes ver
a aquellos que prosperan, y que están felices porque se cumplen sus deseos, a
aquellos a quienes todo mundo los ama, pero todo eso va a ser nada en el día
final.
Job
fue tentado, fue probado cuando todo le fue quitado, pero ahí es donde estaba
el oro, y estaba él comprando oro refinado en fuego, él fue fiel, él fue leal a
su Dios en medio de las pruebas y cuando había perdido todo. Este mundo quiere
atraparte en lo que tiene que ofrecerte, quiere tentarte con lo que tiene,
quiere seducirte con el aquí y el ahora, con lo que ves, con lo que te hace
sentir bien, pero es una trampa; “pierde tu vida y la hallarás”, sigue perdiendo
tu vida, preséntate ante Dios como sacrificio vivo y santo, para que Dios le
pueda decir al diablo: “Mira diablo, aquí
está, puedes hacerle todo lo que quieras, aquí está, dale tu mejor tiro y verás
que no logras vencerlo”. ¿Estás listo, para presentarte a Dios de esa
manera?, ¿Para ser lo que Dios quiere que seas? Entrégate a Dios, dale todo lo
que tienes y lo que eres.
Cuando
Job siguió a Dios y satanás le arrebató todo lo que tenía, llegando al punto de
incluso quitarle a su familia, todas sus posesiones, su reputación, su poder,
su orgullo, con su misma esposa tratando de ponerle en contra de Dios, con sus
amigos burlándose de él, criticándole, juzgándole, y aun con su estado de salud
tan terrible, sin poder hacer nada más que sentarse en medio de cenizas y
rascarse; allí en medio de esa situación que parece tan triste a los ojos del mundo,
¿Sabes que pasó entonces?... satanás fue derrotado, absolutamente derrotado. No
podía tocar a ese hombre, no había nada en este mundo que satanás pudiera hacer
para vencer a ese hombre; es allí donde está el poder, ¿Quieres el poder de
Dios? Entonces no permitas que ninguno de esos dardos que te tira satanás te
derribe, allí es donde está el poder de Dios. El poder de Dios reposa sobre las
vidas que sin importar lo que pase van a seguir al Señor, el maligno tiembla
ante ese tipo de personas y el mundo tiembla ante ese tipo de personas. Satanás
tiembla ante una persona contra la cual no tiene poder. Y una iglesia gloriosa
para Dios es una iglesia que entrega su vida, que está compuesta de personas
sobre las cuales satanás no tiene poder alguno,
y “la tierra temblará”.
La
gente habla del avivamiento, pues aquí está la clave para el avivamiento:
“Ponte en un lugar donde el diablo no puede ni tentarte, ni tenga poder, donde
satanás sea impotente e incapaz ante ti, y que las puertas de hades no puedan
luchar contra ti.” Este mundo odia pero a la vez teme a un verdadero hombre de
Dios, por eso dice en el Antiguo Testamento que “Uno perseguirá a mil o a
cientos y cinco a cinco mil” porque no pueden contra el poder de Dios, porque
no tienen poder sobre ese hombre, no hay arma que el mundo o el diablo puedan
usar para dañar espiritualmente a esa persona. Sí alguien me dispar en la
cabeza no puede quitarme la vida porque ya perdí la vida, sí alguien me roba
algo de mis posesiones no me está quitando nada porque realmente no poseo nada,
mi poder no me lo pueden quitar porque no tengo poder alguno excepto el que
viene de Dios, mi orgullo no me lo pueden quitar porque no soy nada delante de
Dios. Hablamos de llegar a un lugar
donde el maligno ya no pueda contra ti, donde has perdido la vida a tal punto
que satanás no pueda hacer nada contra ti, es lo que que quiere decir:
“Aborrecer padre, madre, esposa, hijos, hermanos, tierras, casa y aun tu propia
vida”, pero a veces estás tan preocupado por tus posesiones, por tu negocio,
por tu familia, por tu reputación y por lo que piensen de ti, o por lo que tu
iglesia podría pensar. O te preocupa que no alcances el estándar que todos
esperan de ti. Pierde eso, pierde tu vida.
¿Cuál
es el área donde Dios dice: no le podría dejar ese terreno al diablo porque el
diablo se los llevaría y me los quitaría? O ¿Puede más bien Dios confiar en ti?
en todas las áreas de tu vida. ¿Hay alguna área de tu vida en donde el diablo
aun tiene poder o potestad sobre ti?,
¿un lazo de donde todavía te puede jalar?, o ¿Dios puede confiar en ti al grado
de decirle a satanás: “Mira aquí a Mi siervo?", ¿Puede Dios darte lo que Él
quiere darte? ¿Serías fiel con eso?
Pensemos
en lo que está ocurriendo en el mundo en estos momentos, cosas que salen en la
noticias o en la televisión, quizás en los deportes hay un equipo fabuloso que
está ganando y va invicto, tal vez hay algún millonario haciendo tratos con
accionistas, a lo mejor también hay un concierto donde la gente está muy
emocionada; Dios no está interesado en nada de eso, a Él no le interesa eso, a
Él no le importa, Dios te está viendo a ti ahora mismo, está viendo a los pocos
rechazados, menospreciados, a Su pueblo en este mundo, peguntándose “¿Qué van a
hacer?”, si van a Serle fieles como Job o no.
Todo
está al revés, lo que es bueno para el mundo es malo ante los ojos de Dios, lo
que es sublime para los hombres delante de Dios es abominación, a Dios no le
importa los deportes, ni el millonario, ni el concierto del grupo más
famoso, a Dios le interesa que tú seas
fiel; está buscando a unos pocos santos que estén dispuestos a trastornar este
mundo, eso es lo que Él quiere, eso es lo que Él busca. Él busca a un hombre de
Dios y a una mujer de Dios que estén dispuestos y dispuestas a negarse a sí mismos y a perder su
existencia en Cristo a tal punto que satanás no tenga poder alguno sobre ellos,
¿Podrá Dios confiar en nosotros?, es nuestro tiempo, es nuestra hora, es
nuestro día, es nuestra oportunidad, no es la de alguien más. ¿Puede confiarte
en que tú seas la luz de este mundo?, ¿Puede confiar que seas la sal de la
tierra? Se te ha dado la oportunidad de ser la luz del mundo, esa es una gran
responsabilidad, ¿Vas a evitar eso o vas a tomar el desafío?
Sí
alguien te diera un millón de dólares ahora mismo (así de fácil) y te dice: “Lo único que quiero es que cuides de este
dinero y en dos años quiero que me lo regreses, ni siquiera quiero que
inviertas, sólo quiero que me regreses dentro de dos años ese dinero, y sí tu
lo haces te voy dar de vuelta diez mil”
¿Qué harías con ese dinero? , ¿Cómo lo cuidarías?, ó ¿lo desperdiciarías?, o
¿serías fiel en eso?, ¿Qué harías? La Biblia enseña que un alma vale más que
todo el mundo, porque dice: “¿Qué
aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma?”, es
decir, un alma salvada vale más que el mundo entero para Dios. ¿Qué vas a hacer
tú con tu alma entonces? Y ¿Qué vas a hacer con las almas que te rodean? En tu
vecindario, en tu trabajo, en las calles donde hay perversidad, tú eres
responsable de esas almas, ¿Qué vas a hacer con las almas de tus hijos? Tú eres
responsable de las almas de tus hijos, ¿Estás educando y entrenando a tus hijos
para que sean como Job? ó ¿Los estas educando para sean nada más que simples
congregantes?, ¿Cómo estás educando a tus hijos? Son unas almas de las cuales tú eres
responsable, los que te rodean también son almas de la cuales eres responsable,
¿Puede Dios confiar en que tú seas la luz del mundo para aquellos que no tienen
luz?, Dios te ha dado la clave, te ha dado el privilegio de servirle, te ha
dado una gran responsabilidad, ¿Puede confiar en ti?, Dios te ha dado esto, te
ha dado hijos, te ha dado esa gente que te rodea, ¿Puede Él confiar en ti?, o
¿Dejarás que un pequeña tormenta te estorbe? Él nos ha dado responsabilidades,
¿Estás yendo en pos de serle fiel con todo tu corazón?
Hay
gente que se da cuenta de que ha sido engañada o que estaba equivocada en algo
y se enojan y se amargan sobre eso, y ahora tratan de convencer a todos de ese
error, y ahora tienen compañerismo con otros que también se dan cuenta, y hay
iglesias llenas de gente que tiene
compañerismo con base en cómo estaban equivocados en alguna doctrina,
pero eso no dura. Es verdad que hemos estado equivocados en muchas cosas y por
eso hemos ido avanzando hacia la verdad para acomodarnos a la misma, pero
nuestro compañerismo no se basa en eso, sino más bien se debe basar en
proseguir hacia la verdad cueste lo que cueste y pase lo que pase, ¿Puede Dios
confiarte con más verdad?, ¿Estás realmente yendo en pos de la verdad
buscándola de todo corazón?, ¿Puede Dios confiar en ti en cuanto a tu lengua, a
tu boca, a tus labios? Hay algunos de nosotros que a veces no decimos lo
suficiente, que debemos hablar más en algunas ocasiones, o hay algunas
ocasiones en que algunos de nosotros hablamos mucho, hablamos demasiado y
pecamos en alguna cosas que decimos, ¿Puede Dios confiar en ti en cuanto a tu
lengua?, ¿Puede Dios confiar en ti en cuanto a tu dinero? Dios no está
interesado en enseñarte como ahorrar dinero, está interesado más bien en
enseñarte cómo el dinero no vale nada, cómo no es importante, cómo el dinero
sólo es un papel con el que tenemos que hacer transacciones en esta vida
cotidiana, ¿Podrías tratar a tus finanzas de esa manera? Como los pájaros,
ellos no trabajan, ni se preocupan por el mañana, confían en la provisión de su
Dios, no procuran hacerse tesoros en esta tierra y Dios alimenta a esas aves,
¿Podemos nosotros confiar en Él? O ¿Necesitamos tener todo planeado?, ¿Puede Él
confiar en nosotros con Su Reino? Su Reino…..Su Reino a los ojos del mundo
puede parecer como un montículo de ceniza como en los días de Job, Su Reino puede
parecerle al mundo como un grupo de personas con sarna, sentados en medio de
ceniza a los ojos de este siglo, y el reino del mundo debe parecernos a
nosotros como eso, porque eso es realmente ”BASURA”, sí perdemos nuestras vidas
las hallaremos pero sí las queremos salvar, las perderemos.
¿Puede
Dios confiar en nosotros?, ¿Puede Dios confiar en ti? El Reino de Dios está al
revés del mundo; lo que para el mundo parece un fracaso, es algo glorioso para
Dios y lo que parece glorioso a los ojos del mundo es un fracaso para Dios; el
hombre más exitoso en este mundo es una fracaso, porque lo que persigue y lo
que ve no es real ni es duradero. Cristo nuestro Rey Glorioso Triunfante vendió
todo, venció las tentaciones, venció las pruebas, el diablo le ofreció todo a Cristo,
pero Cristo rechazó todo, satanás no tenía poder alguno sobre nuestro Maestro,
de tal manera que cuando Cristo fue crucificado, muerto y sepultado, la muerte
no lo podía detener porque el diablo no tenía poder alguno sobre Él.
Que
importaría entonces si alguien tira una bomba nuclear en tu cara o un disparo
en la cara, ¿Cuál sería peor, un disparo o una bomba nuclear?, ¿Cuál
escogerías?, ¿Una bomba nuclear o un disparo?, ¿O cuál otro?, ¿Cuál otra opción
escogerías? Sí tú ya has perdido tu vida cualquiera te dará igual. A veces nos
espantamos ante algunas cosas pequeñas, a veces ante algunas cosas grandes,
pero lo importante es que tomes tu cruz, no te dejes espantar, y sigue a Cristo
perdiendo todo, porque en la cruz es donde se encuentra el poder “El poder se
encuentra en la cruz”, enfrenta esa cruz cualquiera que sea, sin importar qué
sea, la batalla, tu batalla, aquellas cosas que quizá no puedes ver claramente
pero que sabes que tienes que hacer. Sabemos que tenemos que hacer eso, aunque
podríamos encontrar cientos de razones de por qué no lo deberíamos hacer, o por
qué es difícil hacerlo, o que nos traiga preguntas y dudas, pierde tu vida en
ese asunto, déjala allí en el altar (la vida) y la hallará.
¿Puede
Dios confiar en ti? Este himno que entonamos dice: “Y del costo no me habléis, pompa potestad placer, sufrimientos yo tendré y la cruz aceptaré,
sígueme oh es la voz de Jesús el salvador y el yugo de mi Dios llevaré hoy en
Su amor” La comodidad es un enemigo de nuestras almas y de Dios, esas cosas
que te hacen sentir bien y que te agradan son nuestros enemigos, y no estoy
promoviendo una vida cética donde te castigues con látigos o que ni siquiera
puedas comer un dulce, o que te tengas que bañar con agua fría. Estoy hablando
de perder nuestra vida en este mundo, de llevar la cruz y de ser fieles, sin
importar qué ocurra, sin importar cómo seamos probados, ser como Job, seguir a
nuestro Maestro, seguir a nuestro Capitán. Dijo Jehová a satanás: “No has considerado a mí siervo Job que no
hay otro como él en la tierra, hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y
apartado del mal” Dios busca a hombres como ese, en los cuales pueda
confiar. Espero y anhelo que todos los que estamos aquí anhelemos ser uno de
esos hombres en los que Dios pueda confiar, deja de preocuparte por lo que
hagan los demás, TÚ SÉ ESE HOMBRE, TÚ SÉ ESA MUJER, y sí todos vamos a ese paso
juntos “que gloriosa iglesia será” andemos todos por ese mismo camino, sintamos
una misma cosas y sigamos rumbo a la perfección, que Dios bendiga Su Palabra.
Por David Kelling
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