Hace unos veinte años, mientras enseñaba en la Escuela Bíblica de El Salvador, Neto Glick, el hijo de un misionero local, vino a mí con un nuevo libro grande, atractivamente ilustrado. Un nuevo concepto en las misiones, me dijo, que tiene mucho sentido.
El libro, de rápido crecimiento popular en los círculos misioneros,
afirmaba que era un error tratar de llegar a la gente con el Evangelio de Jesús
de inmediato. Decía que primero es necesario construir un fundamento, y que hay
que hacerlo mediante la enseñanza de la creación. A partir del Génesis, se debe
conducir gradualmente a las personas a través de la historia de Noé, Abraham y
los israelitas. Sólo después de que se haya establecido este fundamento, puede
uno continuar con el mensaje de salvación por medio de Jesús.
Durante un tiempo permití que el libro (que pedí prestado y llevé
conmigo a Costa Rica) influyera en manera de evangelismo. Pero al reconsiderar
nuestro pasado anabaptista, y en particular, después me familiaricé con la
historia de los moravos, lo puse a un lado.
Nadie, aparte de los primeros cristianos, ha llegado más efectivamente a
los perdidos, que los primeros anabaptistas y los moravos del siglo XVIII.
¿Cómo lo hicieron? Ellos predicaron "solamente a Cristo y a éste
crucificado. " Nunca usaron una edificación gradual del intelecto para
llevar a la gente a Cristo. Por el contrario, ellos hablaron inmediatamente del
pecado, de la culpa, y de la liberación
de la condenación por medio de la sangre de Jesús. No construyeron ninguna
plataforma filosófica sobre la cual establecer el Evangelio de Jesús. Permitían
que la Palabra Viviente fuera directo al corazón de la cuestión (la infelicidad
de la raza humana) y a partir de la muerte y la vida nueva que viene de eso,
ellos construyeron modelos de vida del Reino celestial de Dios sobre la tierra.
La vida abundante, la esperanza para el futuro, y un testimonio
constante de la regla pacífica de Jesús, fueron los resultados de este enfoque.
¿No era eso suficiente?
El mes pasado, nuestros niños entraron corriendo al comedor después de
la comida del mediodía. “Un hombre y una mujer están aquí con el Arca de Noé,
" nos dijeron con emoción. Y sí estaban allí.
Remolcaban una caravana pintada con escenas cómicas del arca de Noé, y
rápidamente se voltearon hacia un lado para revelar un gran modelo del arca con
todos los animales entrando en ella. El señor y la señora (que por cierto venía
llena de maquillaje y de joyas, con el
pelo corto y teñido, vestida con unos shorts de mezclilla y con una camiseta)
muy amablemente comenzaron a repartir sus pósters, así como pequeñas maquetas
del arca, revistas sobre la creación y un video. Nos hablaron de su maravilloso
ministerio de tiempo completo viajando de costa a costa en Australia, para
contarle a la gente acerca de la creación y del diluvio. “Mucha gente ha sido
salva, sólo por la lectura de los cómics de nuestra revista ", nos
dijeron.
Viajaban de una iglesia a otra, dando programas, y nos invitaron a una
iglesia Adventista del Séptimo Día en Burnie, o en la Ulverstone Gospel Hall,
para los días subsecuentes.
El Evangelio la Creación
Recordé a Neto Glick y también recordé algunos comentarios que había
leído hacía un tiempo en un grupo menonita conservador que cantaba y predicaba
en las calles del sur de California. Un incrédulo, que se sintió atraído a
ellos por su precioso canto, su ropa modesta y por cubrirse la cabeza, se
sorprendió y quedó decepcionado al escuchar que no tenían nada qué hacer más
que hablar sobre el "Diseño Inteligente" y entregar vídeos
creacionistas. Algo con lo que el sur de California ya es bombardeado día tras
día.
“¿No hubiera hablado mucho más directo a la necesidad presente el
evangelio del reino de Cristo?”
La discusión sobre quién hizo el mundo (en cuántos días de 24 horas), y
quién lo gobierna, es tan antigua como el mundo mismo. Sin embargo, tomar esta
discusión es exactamente eso - una discusión. Nada más. Nada menos. Ni se
acerca al Evangelio de Cristo por el que una gran nube de testigos ha dado su vida.
Pablo de hecho sí comenzó con Dios como el Creador de todo y todos en su
mensaje en el Areópago, pero muy rápidamente pasó a las necesidades personales
de sus oyentes, al arrepentimiento del pecado, al juicio, y al Cristo
resucitado de entre los muertos. La resurrección de Jesús, y no la opinión de
Pablo sobre la creación, es lo que separaba lo verdadero de lo falso, y la luz
de la oscuridad, en el Areópago. Y así lo hará hoy.
Los moravos llegaron a los arbustos de América del Sur, y también
pusieron sus pies en la costa rocosa de hielo de Groenlandia, contando acerca
del Cordero y de sus heridas a las tribus de la Edad de Piedra más primitivas.
Junto con el Evangelio que predicaban, los acompañaba el poderoso testimonio de
su vida del el Reino, y llevaron a multitudes a Jesús a través de Su sangre.
Los primeros anabaptistas, y los primeros cristianos en su tiempo, hicieron lo
mismo.
¿Qué ha logrado el creacionismo?
Si acaso ha logrado algo, es que sólo ha producido cada vez más
intelectuales discutidores, hinchados mentalmente pero espiritualmente
hambrientos. También ha producido gente que recibe un suplemento de cómics
pegajosos con palabras difíciles de leer, "palabras de sabiduría humana
" (1 Corintios 1:17), página tras página. La sabiduría humana, la
propaganda y la argumentación, que conduce rápidamente a los golpes, como por
ejemplo los litigios, las horribles guerras de dinero y las acusaciones
vergonzosas (de brujería y necrofilia) entre la Organización CMI (Ministerios
Internacionales para la Creación, por sus siglas en inglés) de Carl Wieland y
AIG (Respuestas en Génesis, por sus siglas en inglés) de Ken Han que han
requerido de años y años, así como de miles y miles de dólares, para
resolverse.
¿Creemos en la creación y en el
diluvio?
Si nuestra manera de vivir, de vestir y de hablar, no deja respondida ya
esa pregunta, ninguna cantidad de revistas brillantes, ni de museos con un
valor de varios millones de dólares (con los que se hace negocio con el
"evangelio"), ni la lucha por nuestros “derechos” a través de la
legislación estatal, serán capaces de demostrar que lo creemos.
Si hubiéramos estado allá afuera predicando la cruz (que es una locura
para los que se pierden), trayendo el reino de los cielos a esta tierra en
nuestro tiempo, entonces todos lo que nos encontraran y buscaran la verdad,
simplemente sabrían que Dios hizo el mundo. Que venimos de Adán, y que
nosotros, junto con todos los seres vivos y con todas las cosas se mueven,
subsistimos a través de Jesús "que creó todas las cosas en el cielo y en
la tierra, visibles e invisibles. " A través de nuestro testimonio
convincente (y no de nuestros argumentos inteligentes), los que sinceramente
buscan a Dios, habrían aprendido ya que " todo fue creado por él y para
él", que "él es antes de todas las cosas y en él todas las cosas
subsisten" (Colosenses 1:16 - 17).
La próxima vez que una caravana creacionista venga a nuestro lugar (y
esta gente dejó bien claro que eran del grupo de Carl Wieland, no de Ken Ham),
voy a hablar con ellos acerca de la cruz. La pequeña cruz representada en la
esquina inferior izquierda de su cartel. Después de todo, sigue siendo el poder
de Dios para salvación. (1 Corintios 1:18).
-Peter Hoover (Traducido por Josué Moreno)
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