Hay grupos religiosos
que enseñan que los muertos inicuos sólo experimentarán una destrucción o
aniquilación del alma, que el lago de fuego es figurativo solamente, y que de
ninguna manera será eterno. Conviene que busquemos en el registro eterno
nosotros mismos, como lo hicieron los de Berea (Hechos 17:11). Así pues, veamos
primeramente la enseñanza bíblica acerca de:
El Cuerpo, la Vida, el Alma y el Espíritu
Los grupos que no creen
en el castigo eterno generalmente citan pasajes donde aparentemente se muestra
que “el alma” es sencillamente el hálito de vida que Dios ha puesto tanto en
humanos como en animales, y que por lo tanto, puede dejar de existir. En primer
lugar, veamos que aunque eso fuera cierto, la Biblia sí hace una gran
distinción entre el alma y espíritu humanos, y el alma y espíritu animales,
como se ven en 1a Corintios 15:44: “Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo
animal y hay cuerpo espiritual”. Estos pasajes nos enseñan claramente que
aunque Dios ha puesto soplo de vida tanto en animales como en hombres, el alma
y el espíritu que Él ha puesto en los hombres difiere bastante de los animales.
Nosotros como humanos podemos tener un cuerpo espiritual, que gozará con
Cristo, o sufrirá eternamente en un lago de fuego sin jamás llegar a ser
destruido. El mismo hecho de que tenemos libre albedrío, razonamiento,
inteligencia, y conocimiento del bien y del mal, además de tener instintos
animales, muestra que Dios escogió darnos un soplo de vida que constituiría
nuestro “yo” y que sería capaz de obedecerle o desobedecerle, y que también
sería inmortal.
Veamos también que la
Biblia sí hace una distinción entre alma y espíritu en 1a Tesalonicenses
5:23. Analicemos ahora las palabras desde su origen: la palabra “espíritu”,
es “ruakj” en hebreo y significa:
“viento, brisa, corriente de aire, exhalación de vida, respiración, ímpetu,
hálito, principio vital.” La palabra “alma” en hebreo es “néfesh”, y significa: “respirar, soplar,
vitalidad, persona, pez, olor, ánimo, antojo, deseo, estomago, gusto, lujuria,
íntimo, interior, criatura que respira.” La palabra “espíritu” en griego
es “pneuma”, que significa: “etéreo,
sobrenatural, corriente de aire o soplo, espíritu racional vital, disposición,
no físico, cosa inmortal.” La palabra “alma” en griego es “psujé”, que significa: “el principio sensitivo del animal, aliento
de vida, etc.” Además de esto, está la palabra “zoé”, que significa
sencillamente “la mera vitalidad de cualquier cosa, desde las plantas hasta los
animales y los humanos.” Esto podría representarse por medio de una tabla como
la siguiente:
Con base en esto podemos ver claramente que todos, las plantas (y ahora con conocimientos científicos sabemos que también hongos, bacterias y protozoarios), así como animales y humanos poseen kjai o zoé, o sea, están vivos, tienen vigor, fuerza, y se encuentran vivientes. El alma, o nefésh y psujé, es la parte que también es aliento de vida que Dios dio tanto a animales como a hombres, en donde sentimos los antojos, las emociones, las pasiones y los deseos carnales, de allí que se use también para referirse a la lujuria, al estomago y a los antojos. En el ser humano, sin embargo, el alma constituye la fusión del espíritu y el cuerpo; por eso tenemos voluntad. Finalmente, el espíritu (ruajk o pneuma) es un soplo de vida de Dios, que, en el caso de los humanos, como se ve por la palabra griega en el Nuevo Testamento, es una parte no física e inmortal. No sólo se ve por la palabra original; también se observa en muchas partes de la Biblia, cómo se verá a continuación:
¿Son su espíritu y su alma eternos?
Sí, de acuerdo con vario
pasajes: Primero, el espíritu es diferente del cuerpo, o la carne: no es como
el alma, que le d vitalidad a la carne, sino que se contrapone con la carne. De
hecho, es posible que haya un espíritu sin cuerpo, como se ve en Mateo 26:41:
“el espíritu a la verdad está dispuesto,
pero la carne es débil;” en Juan 6:63: “el espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha;” en Lucas
24:39: “Porque un espíritu no tiene
carne ni huesos, como veis que yo tengo;”En 1a Pedro 3:18:
“siendo a la verdad muerto en la carne,
pero vivificado en el espíritu;” y en muchos más, como en Romanos 2:29, 1a
Corintios 2:4, 5:5, 14:15, 6:20, 7:1, Filipenses 3:3, y otros más. El
apóstol Pablo resume la vida cristiana como una unión con Dios, y dice que “el
que se une con el Señor, un espíritu es con Él.” De hecho, la Biblia dice en
Juan 4:24 que “Dios es Espíritu.” Sí el espíritu fuera solamente un soplo de
energía vital, entonces Dios ería exactamente eso. Pero la Biblia presenta a
Dios como una Persona, no como una energía. Esto significa que nuestro espíritu
en fusión con nuestra alma es lo que somos nosotros, nuestra persona, que es
eterna, como se ve claramente en Eclesiastés 3:11, hablando de los hijos de los
hombres, sólo por mencionar un ejemplo: “Todo
lo hizo hermoso a su tiempo; y ha puesto eternidad
en el corazón de ellos, sin que alcance a entender la obra que ha hecho
Dios desde el principio hasta el fin.”La palabra “eternamente” es “olam”,
que en hebreo significa: 2siempre, eternamente, eternidad, perdurable, eterno,
largo, sempiterno, perseverar, pasar, continuo.” De hecho, en 2a Corintios
12, el apóstol Pablo cuenta que fue arrebatado hasta el tercer cielo y dice:
“sí en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe.” En
esa misma epístola, hablando de juicio final, dice: “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal
de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientas estaba en
el cuerpo, sea bueno o sea malo.”(2a Corintios 5:10). Y dice
más, en 5:6-8: “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto
que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no
por vista); pero confiamos y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes
al Señor.” Todos estos versículos nos enseñan que nuestro cuerpo sólo es un
aparato que nos contiene, puesto que nosotros somos espíritus y almas que
habitan en un cuerpo, pero sabemos también por medio de estos versículos, que
esas almas y espíritus que somos, sí salen del cuerpo, estarán entonces
presentes al Señor, y viceversa. Seremos juzgados según lo que hayamos hecho
mientras estábamos en el cuerpo, lo cual significa que nuestro espíritu y
nuestra alma seguirán existiendo hasta el día del juicio, y después de él.
Sabiendo esto, podemos
entonces entender versículos como Ezequiel 18:4: “el alma que pecare, esa morirá.” Y romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la
dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.” Primero
necesitamos entender que la palabra “muerte” NO significa “el fin;” significa
“separación.” Hay por lo menos cuatro clases de muerte en la Biblia: A) La muerte primera o física, la cual
todos sufriremos como resultado del pecado de Adán y nuestro, siendo que la
muerte pasó a todos los hombres, y de la cual se nos habla en Hebreos 9:27.
Esta muerte es una separación del alma y el espíritu del cuerpo: estos salen
(se separan) del cuerpo. B) La
muerte a nuestra voluntad, de la cual Pablo habla en Gálatas 2:20 y 8:14, y de
la cual el Señor habló bastante, llamándonos a tomar nuestra cruz. Esa es una
separación de los que nosotros queremos, para seguir lo que Cristo quiere. C) La muerte espiritual, de la que nos
habla Efesios 2, diciendo que estábamos “muertos en nuestros delitos y pecados”
o “ajenos de la vida de Dios” en un estado de desobediencia y pecado, sin la
vida divina”. Y D) La muerte
segunda, o muerte eterna, que Apocalipsis dice ser equivalente al “lago de
fuego.” Esta será una separación eterna de Dios, en un lugar de tormento. Para
saber a qué clase de muerte Ezequiel y Pablo en Romanos, podemos examinar las
cuatro clases de muerte: No puede referirse a la muerte física, puesto que
santos y animales mueren físicamente, pero no experimentan la paga del pecado.
Tampoco se puede referir a la segunda, porque la paga del pecado no puede ser
el morir al pecado. Ni tampoco se puede referir a la tercera, porque sería
absurdo castigar a alguien que peca, concediéndole que se aleje más de Dios y
peque indefinidamente. Se tiene que referir a la cuarta clase de muerte, pues
se contrapone con “vida eterna,” lo cual significa “una vida digna de ser
vivida por la eternidad.” Se refiere a la muerte segunda, es decir, al lago de
fuego eterno. Entonces…
¿Qué pasa con los muertos?
Los cuerpos de los
muertos van a la tumba (quedor, en hebreo, y nemeion en griego).
Pero lo que ellos son (su alma y espíritu) van al “lugar de los muertos” o
“sepultura común”; es decir, tanto los justos como los inicuos han descendido
al Seol. De hecho, Jonás oró desde el
Seol. Recuerde también que Jonás
estaba totalmente consiente cuando oraba a Dios desde el Seol, (Jonás 2:2). Vemos ambas, vida
y actividad en la oración de Jonás a Dios (Jonás 2:1-9). También vemos
tormento en 2:2: “Y dijo: invoqué en mi
angustia [Tsarah] a Jehová, y él me
oyó; desde el seno del seol clamé, y mi voz oíste.”La palabra hebrea
traducida como aflicción se define a continuación: “tsarah”: “aprieto,
problema, un rival femenino, adversario, adversidad, aflicción, angustia,
malestar, tribulación, dificultad.”.
Claramente, Jonás sufrió
tormentosí sufrió lo mencionado
arriba. Más específicamente, la Escritura continua diciendo lo siguiente acerca
de su malestar dentro del gran pez: “Las
aguas me rodearon hasta el alma, rodeóme el abismo; el agua se enredó en mi
cabeza. Descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus cerrojos
sobre mí para siempre. Más tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová, Dios
mío. Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mí oración llegó
hasta ti en tu santo templo.” (2:5-7)
Seol es el equivalente al
griego Hades del Nuevo Testamento.
Sabemos esto porque en Hechos 2:27 se cita el Salmo 16:10 y se utiliza Hades en Hechos, pero Seolen los Salmos, para la misma
palabra. Sí analizamos Génesis 37:35, Salmo 9:17, Proverbios 7:27, y otros
pasajes similares, veremos que tanto justos como injustos van a ese mismo lugar
(El Seol o Hades). Asombrosamente, aún Jesús, después de Su muerte redentora y
antes de Su resurrección corporal, fue al Hades
o Seol (Ver hechos 2:31). Fue en ese
momento cuando le predicó a los “espíritus encarcelados que desobedecieron” en
tiempos de Noé (1a Pedro 3:19-20). El hecho de que Jesús predicara
desde el Hades a los muertos inicuos contradice la idea del “sueño del alma”,
porque el predicarle hubiera sido imposible sí Jesús y Su audiencia hubieran
estado inconscientes en aquel momento.
Eclesiastés 9:5-10
Eclesiastés 9:5-10 ha
sido erróneamente utilizado para sustentar el concepto equivocado del “sueño
del alma”. Desafortunadamente, estos versículos han sido sacados del contexto correcto,
creando confusión. Por favor, observe los versículos 3-10:
“Este mal hay entre todo lo que se hace debajo
del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el
corazón de los hijos de los hombres está
lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos. Aun
hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro
vivo que león muerto. Porque los que viven saben que han de morir; pero los
muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También
su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo
lo que se hace debajo del sol. Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino
con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios. En todo tiempo
sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza. Goza de la
vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son
dados debajo del sol, porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo
con que te afanas debajo del sol. Todo
lo que te viniere a la mano hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol,
adonde vas, no hay obra, ni trabajo,
no ciencia, ni sabiduría.” (Eclesiastés 9:3-10)
El “mismo suceso que
acontece a todos,” y que todos, sin
excepción, experimentaremos “debajo del sol” es la muerte física. Ver también
hebreos 9:27. Esto explica el significado de que los muertos nada saben, esto es, los físicamente muertos no saben
lo que ocurre “debajo del sol” don de los físicamente vivos están. No tienen nada que ver con los vivos más, como una
vez tuvieron. Además, allí ya no hay
obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría, todas ellas tareas y deberes
comunes a los vivos “debajo del sol.” Otra vez, 1a Pedro 3:19 refuta
claramente la idea del sueño del alma. Jesucristo mismo, el Maestro, habló
acerca del estado intermedio entre la muerte y el juicio, como algo consiente.
En Lucas 16:19-31, Jesús dio algunos detalles acerca del lugar de los muertos,
con sus dos compartimentos separados por un gran abismo insuperable, cuando
enseño acerca de dos personas que murieron y dónde estaban después de su
muerte. Aquí está el pasaje de Lázaro y el hombre rico que fue al Hades:
El rico
y Lázaro
“Había un hombre rico,
que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con
esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la
puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían
de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció
que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió
también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en
tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando
voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que
moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy
atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste
tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado
aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre
nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros,
no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que
le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les
testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y
Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo:
No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se
arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas,
tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.” (Lucas
16:19-31)
Este pasaje no es
una parábola
Más allá de la muerte
física, Lázaro se reunió con Abraham en el lugar agradable. Ya que Abraham fue un personaje real del Antiguo
Testamento, sabemos que esta historia no puede ser una parábola. Más aún, este pasaje no aparece identificado como una parábola ni bajo la descripción de parábolas, como aparecen las demás en
los Evangelios (Mateo 13:3, 10, 13, 18, 24, 31, 33, 34, 35, 36, 53; 15:15,
21:33, 45; 22:1; Marcos 3:23; 4:2, 10, 11, 13, 30, 33, 34; 7:17; 12:1, 12;
Lucas 5:36; 6:39; 8:4, 9, 10, 11; 12:16, 41; 13:16; 14:7; 15:3; 18:1, 9; 19:11;
20:9, 19; 21:29) Esta narración no empieza con una frase “El Reino de los
Cielos es semejante a…” como se hace en las parábolas. El mismo hecho de que el
mendigo tenga un nombre: “Lázaro,” comprueba que no es una parábola.
Finalmente, aceptar la enseñanza del hombre rico y Lázaro como una parábola, es también darle una muy
extraña interpretación que no puede ser verificada. La interpretación que le
han dado los que creen en la aniquilación (del alma), es la siguiente:
“El hombre rico en la ilustración representa a los líderes
religiosos importantes que rechazaron a Jesús y finalmente le mataron, Lázaro
representa la gente común que aceptó al Hijo de Dios. La muerte del hombre rico
y de Lázaro representa un cambio en su condición. Este cambio ocurrió cuando
Jesús alimentó espiritualmente a la gente olvidada como Lázaro, para que ellos
pudiesen así recibir el favor de Abraham, del Abraham Mayor, Jehová Dios. Al mismo
tiempo, los falsos líderes religiosos “murieron” con respecto a obtener el
favor de Dios. Habiendo sido descartados, sufrieron tormentos cuando los
seguidores de Cristo expusieron sus malas obras. (Hechos 7:51-57) Así, esta
ilustración no enseña que algunas personas muertas son atormentadas en un
infierno de fuego literal.”
Sin embargo, la Biblia
jamás le llama a Dios “el Abraham Mayor.” Observe: mientras que aquellos dicen
que ese pasaje no enseña que algunas
personas son atormentadas en un infierno de fuego literal, el Señor
Jesucristo enseña otra cosa.
El fuego del Hades
El hombre rico en Lucas
16:19-31 también murió y su cuerpo fue enterrado. Él fue a un lugar de tormento en fuego: “Y en el Hades alzó
los ojos, estando en tormentos, Y vio
de lejos a Abraham, y a la Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo:
Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que me moje la
punta de su dedo en aguay y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.” (Lucas 16:23-24). Recuerde que el
cuerpo humano no es lo mismo,
obviamente, que el alma. Jesús enseño
en Mateo 10:28, que hay una diferencia entre el cuerpo del hombre y su alma,
por la palabra y. Por lo tanto, después de que una persona muere físicamente,
su alma y su espíritu seguirán viviendo, como lo confirman los pasajes antes
mencionados. La palabra griega traducida como atormentados (basanizo) en Apocalipsis 20:10 proviene de la palabra
basanos interpretada como tormentos en Lucas 16:23 y tormento en el versículo 28. Esto nos
ayuda a entender como el fuego del Hades (Lucas
16:23, 24)puede seguir atormentando, pero
NO aniquila
a las personas que mueren en una condición espiritual sin obediencia a los
mandamientos de Cristo. Nos ayuda también a comprender el siguiente pasaje que
establece que el Hades entregó los
muertos que había en él y será al final lanzado en el lago de fuego: “Y el mar
entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los
muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la
muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Eta es la muerte segunda.”
(Apocalipsis 20:13-14). Observe: los muertos
en el Hades, aún después de miles de años, no fueron aniquilados ni sacados
de la existencia, porque fueron entregados para ser juzgados, antes de ser
lanzados al lago de fuego (v.15). Además, la muerte segunda es otro nombre para el lago de fuego. La muerte en ese contexto significa separación, no destrucción por
aniquilación. Recuerde que cuando el hijo prodigo estaba muerto estaba separado del Padre. Para las personas experimentar muerte segunda significa que estarán
separados de Dios en un lugar de fuego y
azufre donde serán atormentados para
siempre. El mismo hombre rico de Lucas 16:19-31 que estaba siendo atormentado en fuego deseaba agua
(tenía sed)… Ver también Apocalipsis 6:9-11 y 1a Pedro 3:19-20.
Entonces…
¿Habrá un castigo de sufrimiento eterno o sólo de
destrucción?
El primer pasaje que
debemos observar es Apocalipsis 20:10: “Y el diablo que los engañaba fue
lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban
la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos
de los siglos.”
La palabra estaban en ese versículo se refiere al
diablo, a la bestia (o anticristo) y al falso profeta. En otras palabras, el
diablo y muchos humanos sufrirán este destino eterno. Así, según la Escritura,
su destino eterno será tormento día y
noche por los siglos de los siglos. De esto podemos también concluir que
los espíritus del anticristo y del falso profeta son eternos, ya que no van a
ser aniquilados o eliminados de la existencia. Esta misma verdad es repetida a
través de la Escritura. Más aún, la palabra griega traducida como atormentados en Apocalipsis 20:10, es
“basanizo,” que significa “torturar, experimentar dolor, fatiga, tormento,
arrojar, mortificar.” Basanizo aparece en otro lugar: “Y clamaron [Los
demonios] diciendo: “¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido
acá para atormentarnos antes de tiempo?” (Mateo 8:29).
Ese versículo revela que
los demonios conocían ya cuál será su destino futuro, esto es: tormento eterno, no aniquilación. Consecuentemente, este versículo y Apocalipsis
20:10 juntos nos brindan una idea más clara acerca del fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, como se ve en
este otro pasaje: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí,
malditos, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles.” (Mateo 25:41). Este fuego eterno del que habló el Señor en Mateo 25:41 fue
especialmente preparado para que seres espirituales fueran atormentados para
siempre (Apocalipsis 20:10; Mateo 8:29). De acuerdo con estos versículos, habrá
personas que irán también a este fuego especial.
“E irán estos
[“cabritos”] al castigo eterno: pero los justos a la vida eterna.” La palabra
griega para “castigo” en este versículo también significa tormento. Es la palabra “Kolasis”: imposición penal, castigo,
tormento.
De nuevo, la evidencia
demuestra que los muertos inicuos van al “tormento
eterno”, según las enseñanzas de Jesús y de ninguna manera pueden
interpretarse como aniquilación (sí fueran aniquilados, no podrían experimentar
tormento eterno). Todas las personas semejantes
a los cabritos serán lanzadas en el
mismo fuego preparado para el diablo
y sus ángeles, lo cual va de acuerdo con la clara enseñanza d Apocalipsis
20:10.
El Gehena
La Biblia nos habla
acerca del lago de fuego o Gehena (en el texto en griego) como un lugar de
tormento eterno. Sabemos que el Gehena era el Valle del hijo de Hinom, donde se
quemaba la basura en la afueras de Jerusalén. De allí muchos deducen que entonces el Gehena
no será eterno, ni literal. Pero veamos lo que la Biblia enseña. Sabemos por la
historia que la basura era tanta que el fuego que ardía en ese muladar era
absolutamente continuo. Dos de las Escrituras que también necesitamos ver
relacionadas con el Gehena, son Mateo 10:28 y Lucas 12:4, 5: “Y no temáis a los
que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que
puede destruir el alma y el cuerpo en el gehena.” “Mas os digo, amigos míos: No
temáis a los que matan el cuerpo, y después nada pueden hacer. Pero os enseñaré
a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene
poder de echar en el gehena; sí, os digo, a éste temed.” (Otros versículos en
los que esta palabra (gehena) se encuentra son: Mateo 5:22, 29, 30; 18:9;
23:15, 33; Marcos 9:43, 45, 47; Santiago 3:6. Jesús fue el único que utilizó el
término gehena (excepto Santiago en
ese único versículo.)
Basándose en estos
versículos en estos versículos, los que creen en la aniquilación del alma
dirían que Dios puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el gehena.
Siguiendo con este razonamiento, se concluiría que el Gehena no significa un
lugar de tormento, sino que se utiliza como un símbolo de destrucción eterna.
Pero veamos si esto es así en verdad o no. Para ello, necesitamos examinar la
diferencia entre:
Destruir y Aniquilar
De Mateo 10:28 y Lucas
12:4-5, podemos concluir que aquellos que son lanzados en el gehena tienen tanto sus almas como sus cuerpos
destruidos allí. Sin embargo, la palabra traducida como destruir (apolumi, en griego), como se utiliza en Mateo 10:28, no
significa aniquilar. Además de Apocalipsis 20:10 como prueba de esto, podemos
fácilmente deducirlo sí examinamos otros dos versículos donde esta misma
palabra griega es utilizada, pero queriendo decir perderse y perdido
respectivamente: “ni echan vino en odres viejos; de otra manera los odres se
rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden [apolumi]: pero echan el vino el vino nuevo en odres
nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.” (Mateo 9:17, V.RV).
“Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido [apolumi] y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.” (Lucas
15:24).
De nuevo, esta palabra
griega no puede significar aniquilar. Sabemos esto porque las botellas de vino
que se perdieron estaban todavía en
existencia, pero arruinadas para el
propósito para el cual fueron creadas. Además, el hijo pródigo no fue aniquilado
cuando se perdió, sino que estaba
completamente consiente en aquel estado espiritual.
Aún más, sí uno fuera
aniquilado en el gehena, no podría
experimentar tormento por los siglos
de los siglos, como claramente expresa Apocalipsis 20:10. Es más, ese pasaje es
mucho más claro cuando lo consideramos junto a Apocalipsis 19:20. Aquí los
presentamos juntos: “Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que
había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que
recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron
lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.” (Apocalipsis
19:20). “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre,
donde estaba la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por
los siglos de los siglos.” (Apocalipsis 20:10).
Claramente entonces, el
diablo, el falso profeta y el anticristo experimentarán todos el castigo eterno, esto es, tormento sin fin para siempre, pero no destrucción total, como algunos enseñan. Esto es aun más claro
cuando observamos que “la bestia y el falso profeta” fueron lanzados en el lago
de fuego y azufre 1,000 años antes de que el diablo llegara allí, y aun así,
estos humanos (el falso profeta y el anticristo) no fueron aniquilados en el
lago de fuego.
Recuerde también que
este fuego fue preparado para seres espirituales, y es algo nunca visto y de lo
que no sabemos nada, excepto lo que aparece revelado en la Biblia. Entonces,
argüir que este mismo fuego no puede ser literal, porque del fuego emana luz y
lo opuesto, esto es, la
más densa oscuridad está reservada para los que se pierden (2a Pedro
2:17; Judas 13) no tiene sentido, ya que ese argumento está basado en lo que
conocemos acerca de un fuego que no puede atormentar a seres espirituales (como
el de una fogata). ¿No será acaso posible que de un fuego que atormente por los
siglos de los siglos pueda emanar oscuridad?
El Señor reserva a los injustos para ser castigados
Observamos además 2a
Pedro 2:9: “…sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar
a los injustos para ser castigados en el día del juicio.” La palabra griega
traducida “reservar” aparece definida a continuación:
Tereo, de “teros:”
“vigilia; guardarse (de pérdida o daño), a base de mantenerse alerta; observar
(una profecía; fig. cumplir una orden); por implicación detener (en custodia;
fig. mantener); por extensión, retener (para fines personales; fig. mantenerse
soltero): aguantarse, tener, (ob, pre, re) – servar, vigilar.”
En el contexto de 2a
Pedro 2:8-10, los sodomitas son los injustos reservados bajo castigo. Esto quiere decir que han pasado miles de
años, desde la destrucción de Sodoma (Génesis 19:24) hasta el día de hoy, y
todavía ellos están reservados o preservados, esperando el día de juicio
mencionado en Apocalipsis 20:11-15. Sus espíritus no han sido aniquilados a lo
largo de milenios. Considere este significativo dato:
Sufriendo esta en presente continuo
Judas comenta acerca de
la misma gente inmoral de los que Pedro estableció que están reservados: “Como
Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que
aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron
puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno” (Judas 7). La
palabra griega traducida como sufriendo es
un participio presente activo, que expresa una acción continua o repetida.
Utilizar el tiempo continuo sufriendo para
ellos sería imposible sí fueran aniquilados de la existencia. Observe también la
palabra castigo en el relato de
Judas. Recuerde a Nahúm 1:2: “Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es
vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios y guarda Su enojo
para sus enemigos.”
La aniquilación, una imposibilidad
Este es otro versículo
que contradice la aniquilación de los inicuos y que muchas veces es ignorado: “A la verdad el Hijo del Hombre va, según
está escrito de él, más ¡ay de aquel hombre [Judas Iscariote] por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no
haber nacido.” (Marcos 14:21).
Claramente ese es un
lenguaje de condenación. Más aun, Juan 17:12 es explicito en cuanto a que el apóstol Judas Iscariote murió en una
condición espiritual perdida. Al
decir el Señor acerca de Judas que mejor
le hubiera no haber nacido, notoriamente da a entender que él estará peor después de muerto que antes de
haber nacido. Antes de haber nacido, no conocíamos nada. En otras palabras,
estábamos en una condición similar a la de ser aniquilados. Sin embargo, eso no
es lo que Judas Iscariote y otros muertosinicuos van a conocer, según Jesús.
Mayor Condenación
En forma similar, la
aniquilación de los inicuos es desmentida en esta Escritura: Mateo 11:22-24: “Por tanto os digo que en el día del juicio,
será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras. Y tú,
Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida;
porque sí en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti,
habría permanecido hasta el día de hoy. Por tanto os digo que en el día del
juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.”
Aquí nos confirma que habrá castigos más tolerables, lo que significa que habrá
menos tolerables.
Lo mismo se ve en este
otro versículo: “¡Hay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de las viudas, y
como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.
¡Hay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorréis mar y
tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo
del infierno, [gehena] que vosotros.” (Mateo 23:14-15).
¡Va a haber una mayor condenación en el gehena para unos
que para otros!, ¡Esto sería imposible sí todos los inicuos fueran aniquilados!
Sí todos ellos fueran aniquilados, entonces todos recibirían la misma “condenación.” Ninguno podría
recibir una mayor condenación.
Otros pasajes relacionados con el lago de fuego
Considere estos otros
pasajes acerca de aquellos que no entran en el Reino de Dios:
·
Si tu mano te fuere ocasión de
caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir
al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no
muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer,
córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en
el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no
muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo;
mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser
echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se
apaga.(Marcos 9:43-48)
·
Y ya también el hacha está
puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es
cortado y echado en el fuego. (Mateo 3:10)
·
Su aventador está en su mano, y
limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego
que nunca se apagará. (Mateo 3:12)
·
Pero yo os digo que cualquiera
que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga:
Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga:
Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. (Mateo 5:22)
·
Todo árbol que no da buen
fruto, es cortado y echado en el fuego. (Mateo 7:19)
·
De manera que como se arranca
la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. (Mateo
13:40)
·
Así será al fin del siglo:
saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán
en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. (Mateo 13:49,
50)
·
Por tanto, si tu mano o tu pie
te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida
cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.
Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar
con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de
fuego.(Mateo 18:8-9)
·
Y al siervo inútil echadle en
las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. (Mateo
25:30)
·
Y muchos de los que duermen en
el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para
vergüenza y confusión perpetua. (Daniel 12:2)
·
Sobre los malos hará llover
calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de
ellos.(Salmos 11:6)
·
en llama de fuego, para dar
retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro
Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la
presencia del Señor y de la gloria de su poder, (2a Tesalonicenses
1:8-9)
·
Porque si pecáremos
voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no
queda más sacrificio por los pecados,sino una horrenda expectación de juicio, y
de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de
Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y
tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere
afrenta al Espíritu de gracia? (Hebreos 10:26-29)
Jehová Se Venga y Guarda Su enojo
Algunas personas
preguntarán entonces: “¿Pero no será injusto esto?, ¿Acaso tú quemarías a tus
hijos porque ellos se portaron mal?” Lo que ellos no toman en cuenta es el
carácter doble de Dios. Romanos 11:22 declara con firmeza: “Mira pues, la bondad y la severidad de Dios
para contigo; la severidad ciertamente para los que cayeron, pero la bondad
para contigo, sí permaneces en es bondad; pues de otra manera, tú también serás
cortado.” Considere las siguientes verdades acerca de Dios, las que muy
pocas veces son mencionadas: “Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es
vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios y guarda su enojo
para sus enemigos.” (Nahúm 1:2). No, Dios no quemará eternamente a Sus hijos.
Él no puede hacer eso. Él quemará eternamente a Sus enemigos, como también lo
vimos en Hebreos 10:26-31. No todos son sus hijos. En Juan 8:44, Jesús dijo a
los fariseos: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo”
Apocalipsis 14:9-12
añade a todo esto al establecer:
“Y el tercer ángel los
siguió, diciendo a gran voz: Sí alguno adora a la bestia y a su imagen, y
recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira
de Dios, que ha sido vaciado puro en el
cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos
ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los
siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su
imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Aquí está la paciencia
de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios en la fe de Jesús.”
¿Qué creían los cristianos primitivos acerca del castigo
eterno?
Habiendo visto los que
la Escritura enseña claramente acerca de un fuego eterno, confirmemos esto con
los escritos de los primeros cristianos. Sus escritos nos son inspirados, pero
nos ofrecen una idea de los creía y enseñaba la iglesia de los primeros tres
siglos del cristianismo. Después de ver en la Biblia, veamos que ellos
confirman estas enseñanzas:
Justino Mártir, por el año 160,
escribió: “Cristo predijo que Satanás sería enviado al fuego junto con sus
huestes y junto con los hombres que lo hayan seguido, y allí serían castigados por una duración sin fin.”Irineo, discípulo de Policarpo, que a
su vez, fue discípulo del apóstol Juan, dijo: “El fuego eterno está preparado
para los pecadores… Ahora bien, las cosas buenas son eternas y no tienen fin en
Dios, por lo cual también la pérdida de esas cosas es eterna y jamás se
termina.” Tertuliano, quien nació
cincuenta años después de la muerte del apóstol Juan, escribió: “Sin embargo,
nosotros entendemos así de acuerdo con la inmortalidad del alma, la
afirmaciones de que ésta (el alma) “se perderá;” no en el sentido de
destrucción, sino de castigo, esto es, en el Gehena. Por lo cual, sí alguien se
atreve a suponer que la destrucción del alma y de la carne en el Gehena termina
en una aniquilación final de ambas sustancias, y no cumple con su tratamiento
penal, que entienda que el fuego del Gehena es eterno” (Nota: aquí parece haber
estado pensando en los que creen en la aniquilación del alma, como si supiera
que iban a existir tales personas). Orígenes,
por el año 245, dijo a aquellos que creían en el amor de Dios como el que pasa
por alto el pecado: “A aquellos que dicen que nadie es entregado al tomento por
Jesús, les debe ser dicho: Entonces, queridos señores, explíquenos, ¿Quién es
el rey que entregó al siervo malvado a los verdugos?
Podríamos citar a muchos
hermanos más, pero estas citas son suficientes. (Todas las citas tomadas de A Dictionary of Early
Christians Beliefs, compilado por David Bercot, Hendrickson Publishers; p 243,
244, 297)
“El que practica el
pecado es del diablo” 1a Juan 3:8
“Por lo cual, salid de
en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; Y yo os
recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas,
dice el Señor Todopoderoso.” 2a Corintios 6:17
“Porque todo aquel que
HACE la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.” Marcos
3:35
Sí usted todavía
practica algún pecado, sí todavía no ha salido del mundo, porque sigue
vistiendo a la moda y con lujo, amando las posesiones materiales, hablando con
ligereza, actuando en busca de títulos y vanagloria, en los deseos de los ojos
en revistas, televisión, y otras cosas,
o en los deseos de la carne, como en tomar cerveza, fumar, ver
pornografía, o en codiciar, o en guardar rencor y vengarse, o en pecado, como
el mundo hace, o sí usted no hace la Voluntad de Dios, usted no es hijo, sino
enemigo de Dios, y será arrojado al lago de fuego eterno. Arrepiéntase y
empiece caminar con Dios. Y sí camina
con Él hasta el final en santidad, obediencia, rendición y fidelidad, será
salvo.
“Y seréis aborrecidos de
todos por causa de mi nombre, mas el que persevere hasta el fin, este será
salvo.” Mateo 10:22
Por Josué Moreno
Todo tergivelizado pero no te preocupes manipular que utilizaré todas las herramientas exegeticas hermenuatica necesarias para que la gente no caiga en tus mentiras
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