Hace poco vi esta pregunta en un grupo del que formo parte: básicamente, la pregunta era: “¿Cómo puedes pasar tiempo con el Señor - estudiando la Biblia y orando - teniendo niños pequeños?”
He tocado este tema en el pasado, pero creo que es bueno mencionarlo de nuevo. En primer lugar, me gustaría decir que la Biblia ni siquiera existía hace más de 2.000 años. En segundo lugar, me gustaría decir que se puede [y se debe] orar en CUALQUIER MOMENTO del día.
Creo que lo MÁS IMPORTANTE es VIVIR lo que sabes que es verdad. Por lo general, estas verdades son muy, muy fáciles de entender, sin embargo, a veces la sencillez de ellas se pierde en la aburrida rutina cotidiana de la vida. Podemos ser capaces de “darnos” un tiempo específico dedicado a la lectura de la Biblia y a la oración en nuestros horarios; sin embargo, ¿qué estamos haciendo el resto del día? ¿Somos agradecidos? ¿amables? ¿Bondadosos? ¿Estamos en el lugar (conforme al orden de Dios) que nos corresponde como mujeres? ¿Somos madres atentas? NADIE discutiría conmigo cuando digo que estas cosas son muy preciosas para el Padre Celestial. Él AMA un corazón agradecido. Él AMA un espíritu manso, afable y apacible. Él AMA a una mujer que está atenta a las necesidades de su esposo y busca ser la mejor ayuda idónea que pueda ser, (y así sucesivamente…)
O quizás sí tienes tu tiempo devocional específico para orar y leer la Biblia, pero luego el resto del día eres desagradecida, gruñona, no estás atenta a las necesidades de tus hijos / esposo / hogar, etc. Si ese es el caso, entonces tu tiempo de lectura bíblica y de oración se ha convertido en una OBRA que el Padre Celestial aborrece.
Cualquiera puede leer la Biblia y orar, sin embargo sólo un verdadero creyente realmente caminará en la verdad en su vida diaria SIN IMPORTAR si tuvo o no un tiempo específico para leer y orar ese día.
Si estás en una temporada de tu vida donde no tienes tiempo para [lo que tú crees que es] el estudio bíblico y la oración ideal, considera abordar esto de una manera más natural. Cuando te levantes por la mañana, acostúmbrate a hablar con el Padre Celestial incluso antes de levantarte de la cama. Algo tan sencillo como: “Gracias, Padre, por un día más. Por favor, ayúdame a vivir este día de una manera que te agrade”. Si hay algo específico en lo que estás trabajando, inclúyelo en tu oración. Digamos, por ejemplo, que tienes un problema con la tendencia a ser irritable... bueno, entonces antes incluso de que tus pies toquen el suelo, pídele a Tu Padre que te ayude a tener hoy un “espíritu manso, tranquilo, afable y apacible”. Puede que esto te tome aún menos de un minuto, pero pone tu mente y corazón en el lugar correcto y es una gran base para el resto del día.
Y si eres de los que necesitan un recordatorio para orar, prepárate para el éxito designando ciertas tareas como pistas de recordatorio o “señales”. Se pueden establecer ciertas oraciones para cada tarea, o simplemente orar lo que te venga al corazón. Intentaré dar algunos ejemplos. Cuando laves la ropa, haz que esa sea tu “señal” de orar por tu familia. Cuando laves los platos, ora por tu vida como esposa y madre (o hija y hermana). Cuando estés en el jardín, haz que esa sea tu “señal” para orar por tu iglesia local. Cuando estés barriendo el suelo, haz que esa sea tu “señal” para meditar en todas las cosas por las que tienes que estar agradecido(a) y elevar a Dios una oración de gratitud. Y así sucesivamente... O... ¡simplemente ora cualquier cosa!
Cada “señal” debería incluir también la búsqueda de la voluntad / sabiduría del Padre Santo. ¿Qué áreas de tu vida necesitan mejorar? ¿Cómo puedes servir mejor a tu familia? ¿Cómo puedes dirigir mejor tu hogar? ¿Cómo puedes ser una mejor esposa? Busca activamente estas cosas a diario, y eso te beneficiará mucho más que simplemente quedarte con la lectura de la Biblia.
Algo que yo personalmente hago: cada vez que estoy en una señal de alto o semáforo mientras voy conduciendo mi auto, oro por las personas que veo conduciendo o caminando. Cuando estoy en la tienda, oro por cualquiera que el Padre Celestial llame mi atención. No hace mucho pensaba en que muchas de esas personas no tienen a NADIE orando por ellas. ¿Te imaginas? ¡Qué triste!
¿He sido lo suficientemente clara? Este artículo se siente muy disperso, pero creo que es comprensible. Es más importante VIVIR la Biblia que leerla. Pero por todos los medios, ¡¡¡haz ambas cosas si puedes!!! Y aprende a estar en un estado casi constante de oración... asegurándote de incluir AGRADECIMIENTO y también de buscar siempre sabiduría y ayuda para alinearte con la voluntad del Padre.
-Joanne Smith (Traducido por Josué Moreno)
No hay comentarios:
Publicar un comentario