lunes, 9 de mayo de 2022

Salvar o Perder la vida

 Reflexiones del pasaje de: Marcos 8:33-38


33. Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
34. Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Sí alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
35.  Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
36.  Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
37.  ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
38.  Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con sus santos ángeles.

"Querer salvar la vida en este tiempo es:"

-Tomar las enseñanzas de Jesús como un medio para autopreservarse. (Querer salvarse del infierno para ir al cielo)
-Esperar recibir algo a cambio por ser "bueno" en este caso: la salvación (mal entendida como algo que nos acomoda en un lugar )
-Realizar actos religiosos de manera convenenciera, para procurar mantener limpia nuestra imagen delante de Dios y nuestra reputación delante de la gente, más no por una verdadera convicción: orar, leer, predicar, dar limosna, ayudar a los necesitados..(Aquí entran aquellos cuyo énfasis en la vida son todos esos actos religiosos y no la práctica misma del seguir a Cristo andando como Él anduvo; son aquellos que les encanta pregonar sus buenas acciones)
-Convertir la sana doctrina y sencilla enseñanza de Jesús (que hasta un niño puede entender) en algo académico y complejo teológicamente hablando.
-Desdeñar en pensamiento y acción el orden que Dios estableció en todo aspecto y/o área, no dándole la atención e importancia que merece: iglesia, hermandad, matrimonio, familia, trabajo, etc.
-Pensar en la autorrealización y el éxito en términos meramente terrenales y banales.
-Creer que en ciertas cosas el Señor no tiene control y desconfiar de Su sabiduría (por lo cual actuamos con la propia)
-Degradar a nuestro prójimo.
-Dar una apariencia de piedad pero vivir negando la eficacia de la misma. (Pensar y esperar que la piedad debe traer un beneficio extra más allá de solamente estar contentos por hacer lo correcto)
-No pararse firme por la verdad y con convicción por miedo al rechazo.
-Ceder nuestro papel como hombres (líderes) en acciones y decisiones dentro del hogar para evitar conflictos con nuestra pareja o hijos (no dando así la importancia que merece el orden establecido por Dios).
-Depender siempre de los demás para hacer cualquier cosa, siendo atenidos y practicando la flojera. 
-Estar totalmente seguro de estar en lo correcto (juicio definido)  sin dar lugar a dudas (apreciar información adicional) con la actitud de pensar que "los demás están en un error menos yo"...(aún cuando todos ven que ni siquiera estamos viviendo lo más básico de las enseñanzas de Jesús)

"Perder la vida es:"

-Estar dispuesto a servir a otros de manera desinteresada.
-Vivir con esperanza, sabiendo que el Señor tiene el control de todas las cosas y que puede obrar en otros que no alcanzan a ver lo mismo que yo.
-Ser un instrumento a través del cual Dios puede hacer el bien a la sociedad.
-Ser enseñable y pronto para escuchar.
-Ser honesto y sincero consigo mismo sin tratar de ocultar cosas o actitudes que puedan ser mal vistas.
-Reconocer cuando realmente no estamos haciendo bien las cosas y corregir. (Cueste lo que cueste)
-Orar para que se haga la voluntad de Dios. (Oración sencilla y de corazón, sin tantos requerimientos)
-Aprender en silencio y hacerse como el menor de todos.
-Ser como niños y renunciar a la malicia mental procurando la fidelidad en toda área de nuestra vida.
-Comprender que Dios da y quita y que nada es nuestro...
-Negarse a uno mismo, no necesariamente cosas materiales o que tengan que ver con el dominio propio solamente,  sino negarse inclusive a procurar que los demás piensen bien de mí, asegurándome de que sepan que estoy siendo un buen cristiano cuando nadie me lo está preguntando, justificando mis acciones, no sea que me vean mal...
-Tomar nuestra cruz cada día, sin esa cruz que nos alinea y sintoniza con Cristo: no hay doctrina ni enseñanza válida,  no hay gracia ni salvación; porque sin la cruz no se puede ir en pos del Señor.
-Saber esperar y discernir los tiempos de Dios y ser leal.
-Tomar la libertad como una responsabilidad.
-Reflejar verdadero amor de Dios a los demás.
-Despojarnos y ofrecer lo mejor de nosotros al compartir: tiempo, paciencia, amistad, ayuda, disposición, empatía, colaboración,  dinero, comida, hospedaje, bienes materiales.
-Evitar el egoísmo al convivir o pasar tiempo con otros, estando afanosos y preocupados porque se nos va a acabar lo nuestro y queriendo asegurar primero lo que nos corresponde (¡esto mejor lo guardo!) dando así sólo lo que nos sobra, nada más.
-Ser conscientes de que en algún momento dado o en alguna situación podríamos estar equivocados.. Y si es así, reconocerlo y cambiar para ser mejores.

Tantas veces las personas que dominan el conocimiento teórico de la biblia confunden y mal interpretan las sencillas enseñanzas de Cristo. En el pasaje anterior Jesús está hablando no sólo a la gente sino a sus discípulos,  y de hecho fue a uno de sus discípulos a quien llamó "satanás"...Cuan fácil es que alguien que conoce de Cristo se haga como satanás (aunque a veces ni cuenta se den o lleguen a no ser conscientes de esto por la ceguera tan profunda que ya hay en ellos, este es el fruto paradójico de la confusión)...y esto por una razón principal: "poner la mira en las cosas del hombre".

Pensamos que el mundo (donde está el hombre terrenal) es todo aquello tan perverso y pecaminoso (borracheras, violaciones, asesinatos, brujería, idolatría, fornicación, adulterio, mentiras, violencia, etc. a todo esto Jesús llamó: "generación adúltera y pecadora") Pero el mundo no es única y determinantemente eso; Cristo mencionó a aquellos que se avergüenzan de Él y de Sus palabras en medio de la generación ya mencionada...y quiénes son estos?...

Son los que quieren salvar su vida, son los que dicen creer en Dios pero con sus hechos lo niegan, son los que viven religiosamente sin cometer si quiera la menor falta pero por dentro aborrecen a su prójimo (como el hermano del hijo pródigo), son los muy rectos y que se proclaman temerosos de Dios, pero con motivos muy propios y egoístas, son los que saben mucho pero no viven eso que saben, son los que hablan con denuedo del contenido bíblico, pero que sólo permanecen en la teoría no llevando a la práctica lo esencial del cristianismo verdadero (siempre aprendiendo pero sin llegar al conocimiento de la verdad), son los que piensan que todos los demás están mal y ellos no, son los que señalan como aborrecible ser amigo de los "pecadores" entre los cuales Jesús estuvo (con todo y sus ideas)  siendo luz en medio de las tinieblas y con la disposición de ensuciarse las manos, son los que hablan y hablan de morir por Cristo (en la época actual de los derechos humanos), pero que en realidad y primeramente no están dispuestos a vivir por Él (por tanto en lo cotidiano niegan al Señor)...

Las palabras del Maestro entonces son claras y contundentes..."¿salvas tu vida o la pierdes?...si la quieres salvar vas a actuar en consecuencia, lo mismo que sí la quieres perder en este mundo...al final cosecharemos lo que sembramos!! 

1 comentario:

  1. Muchas gracias hermanos, un mensaje muy hermoso y que lo confronta a uno con su propio corazón! Gracias por tanta sinceridad , El señor les bendiga, saludos desde Chile.

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